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martes, 2 de noviembre de 2010

El Mago (Angel Guastella) Historia - Por Cacho Valdez (Rugby de Tucuman)

 "Magos: seres singulares muy queridos que hacen magia; magia que nos sorprende y asombra que ni siquiera intentamos descubrir, más que deslumbrarnos y gozar alegremente". Jamás interesó conocer sus trucos por esa cosa "sinónima": lo invisible "¡hágase visible!" ordenando al misterio permanecer amablemente leve.

Los niños aman los magos. Y cuando crecen tornando hombres, sin dejar de amarlos, descubren las señales de sus fantásticos gestos que impregnan sus almas para siempre.

Ángel - su bautizo fue una transparencia – Guastella apareció a la vida encomendado desde el linde íntimo de la entraña materna, con un destino precioso: hacer de la manera de vivir, un arte.
A poco de andar supo que el camino elegido era el correcto, porque la naturaleza, le había procurado a su anhelante y particular espíritu, la extraordinaria virtud de la magia.

¿Y cómo fue su magia? - Sin nada de cosas irrealizables comunes en las ilusiones. Nada más que enseñando a pupilos y contemporáneos, cuanto había aprendido en la escuela que supo crear para sí.

Claro que el Rugby es una escuela de vida y seguramente quien ojeé su GUÍA, tan pacientemente elaborada, descubrirá una plétora de conceptos básicos irrefutables, tan es así, que son sumamente incómodos para los que viven apartados de la ética.
Sin alardes pero con firmeza, acorde con lo expuesto, se explaya jugando con la metáfora, que en realidad no es tal, porque Ángel mientras hace pedagogía del juego de Rugby, que para quienes amamos este deporte no es un juego mas, ENSEÑA RUGBY que no es lo mismo e insiste, obliga al ingresado a su ámbito, a nutrirse con la esencia de los valores que tienen las virtudes, exigiendo que en su práctica comprometa pensamiento, palabra y obra. Eso es Rugby, eso es el muy mentado ESPÍRITU DEL RUGBY, algo así como la fórmula mágica para ser buena gente.

Creo que podemos convenir que en estos tiempos difíciles, los valores andan muy golpeados por los ejemplos detestables que ofrecen jóvenes y mayores, razón de más para que el autor haya enfatizado tales conceptos en el contenido de su obra.
Hasta allí, la sustancia de su pensamiento, su razón de vida y las formas, que no responden a una burda cantinela demasiado repetida, sino a un procedimiento y a actitudes a la vista de todo el mundo, su mayor testigo.

Luego sí, reaparece el inacabable Profesor, enseñando a jugar al rugby, haciendo gala de una ortodoxia natural capaz de mixturar sin perder el estilo, la estética de los movimientos en los desplazamientos y la imprescindible fuerza física y moral de los cuerpos en acción de juego. Sus esquemas, recalcados por las "órdenes" que no son más que sugerencias de buen grado, necesarias para llevar a cabo con éxito los ejercicios.

Pero, debo dejar constancia que cada paso intentado por el Profesor, es rigurosamente controlado por el MAESTRO que anida, cuya figura nítida, le reitera una y otra vez, los grandes conceptos de la razón del Rugby que preceden a cualquier intención deportiva.
Ya es ocioso destacar sus cualidades, porque todo el mundo rugbystico sabe que él, es el hombre del Rugby: el de DE, POR Y PARA EL RUGBY. El de las preposiciones, pero más que eso: el de las PROPOSICIONES, las mejores, las más nobles, las más puras. El de las PROPUESTAS más serias para el buen vivir con la buena gente. El que es capaz de enseñar, no de "bocazas" sino mostrando, mostrándose, como lo hace EL VERDADERO MAESTRO.

"Este extraño mago porteño de La Boca, el Ángel, que recaló en Tucumán, nos regaló los trucos de su magia sin igual".


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