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lunes, 25 de octubre de 2010

Chamigo.. (Su verdadero significado) - Por Daniel Sosa Cordero


Este texto, describe lo que es el CHAMIGO ..para un correntino...

¡Hola, chamigo! ¿Qué tal?.
-¡Pero muy lindo, chamigo!.
Es el típico saludo que usamos los correntinos.
“Chamigo" quiere decir literalmente "Un amigo".
Aunque en rigor de verdad eso se halla enriquecido por todo cuanto contiene de fraterno, de afectivo.
El "Chamigo" es algo más que lo común de un amigo,es una mano que estrecha con impulso repentino,
es la voz que en ocasiones nos nace como un estímulo dándole fuerza al elogio ¡Estuviste bien chamigo!
O la advertencia oportuna cuando en algún trance crítico alguien se acerca y nos dice muy formal:
¡Chaqué chamigo!
O el corazón hecho hueco cuando brindamos asilo,diciendo sencillamente: "¡Esta es tu casa, chamigo!
" O el reproche que nos brota cuando exclamamos heridos por el filo de una ofensa "¡Eso sí que no, chamigo!"
Hasta en ello, hasta en lo ingrato,la expresión tiene un sentido de cuño tan puro y noble que le dá valor de símbolo...
Un símbolo de amistad muy propio del correntino pero así, cordial y hermoso no crea usted que el "Chamigo" se lo prodiga a cualquiera, no señor.
Es un rito que se practica tan solo cuando está reconocido el real afecto de aquellos que se consagran amigos.
Por eso, sin prevenciones confíe en el correntino,cuando corazón en mano se le entrega en un:

CHAMIGO!!

Fábula de Forwards y Tres Cuartos


Un forward y un tres cuartos siempre discutían sobre quién era más rápido. Para dirimir el argumento, decidieron correr una carrera. Eligieron una ruta y comenzaron la competencia.


El tres cuartos arrancó a toda velocidad y corrió enérgicamente durante algún tiempo. Luego, al ver que llevaba mucha ventaja, decidió sentarse bajo un árbol para descansar un rato, recuperar fuerzas y luego continuar su marcha. Pero pronto se durmió.

El forward, que andaba con paso lento, lo alcanzó, lo superó y terminó primero, declarándose vencedor indiscutible.

Moraleja: Los lentos y estables ganan la carrera.

Pero la historia no termina aquí: El tres cuartos, decepcionado tras haber perdido, hizo un examen de conciencia y reconoció sus errores. Descubrió que había perdido la carrera por ser presumido y descuidado.

Si no hubiera dado tantas cosas por supuestas, nunca lo hubiesen vencido. Entonces, desafió al forward a una nueva competencia. Esta vez, el tres cuartos corrió de principio a fin y su triunfo fue evidente.

Moraleja: Los rápidos y tenaces vencen a los lentos y estables. Pero la historia tampoco termina aquí: Tras ser derrotado, el forward reflexionó detenidamente y llegó a la conclusión de que no había forma de ganarle a la liebre en velocidad.

Como estaba planteada la carrera, el siempre perdería. Por eso, desafió nuevamente al tres cuartos, pero propuso correr sobre una ruta ligeramente diferente. El tres cuartos aceptó y corrió a toda velocidad, hasta que se encontró en su camino con un ancho río.

Mientras el tres cuartos, que no sabía nadar, se preguntaba "¿qué hago ahora?", el forward nadó hasta la otra orilla, continuó a su paso y terminó en primer lugar.

Moraleja: Quienes identifican su ventaja competitiva (saber nadar) y cambian el entorno para aprovecharla, llegan primeros.

Pero la historia tampoco termina aquí: El tiempo pasó y tanto compartieron el tres cuartos y el forward, que terminaron haciéndose buenos amigos. Ambas reconocieron que eran buenos competidores y decidieron repetir la última carrera, pero esta vez corriendo en equipo.

En la primera parte, el tres cuartos cargó al forward hasta llegar al río. Allí, el forward atravesó el río con el tres cuartos sobre sus espaldas y, sobre la orilla de enfrente, el tres cuartos cargó nuevamente al forward hasta la meta.

Como alcanzaron la línea de llegada en un tiempo récord, sintieron una mayor satisfacción que aquella que habían experimentado en sus logros individuales.

Moraleja: Es bueno ser individualmente brillante y tener fuertes capacidades personales. Pero, a menos que seamos capaces de trabajar con otras personas y potenciar recíprocamente las habilidades de cada uno, no seremos completamente efectivos. Siempre existirán situaciones para las cuales no estamos preparados y que otras personas pueden enfrentar mejor.

El tres cuartos y el forward también aprendieron otra lección vital: cuando dejamos de competir contra un rival y comenzamos a competir contra una situación, complementamos capacidades, compensamos defectos, potenciamos nuestros recursos...y obtenemos mejores resultados!

Carta del Tonga (Integrante de Buhos), Dia del Amigo 2007


Esta es una carta realizada por Gastón Otazu para el día del amigo del año 2007 al gran grupo de integrantes del equipo de Buhos, ex referentes del Club Atléticos Fisherton.

DÍA DEL AMIGO

En un día tan especial como éste “Día del Amigo” deseo mencionarles algunas palabras, que espero les puedan servir para la reflexión.

Somos un grupo que lleva 26 años de amistad, hemos compartido momentos muy buenos y algunos no tan buenos, pero seguimos… y hoy estamos acá.

Teníamos 10 u 11 años cuando nos conocimos y hoy nuestros hijos tienen la misma edad. Pónganse a pensar todo lo que vivimos juntos…

El motivo principal en aquel momento era aprender a jugar al rugby, algunos lo hemos echo, otros más o menos y otros nada.

Para que eso pudiera suceder, necesitábamos gente dispuesta a tomar ese compromiso y

a esa es la gente que nosotros debemos estar agradecidos toda la vida, que fueron quienes fundaron éste grupo.

Luego nosotros hicimos lo nuestro, que hasta hoy perdura…

Quiero destacar dos facetas del juego en donde nosotros tenían algunos problemas de interpretación y que nunca logramos comprender.

Por un lado Juego Desleal y por el otro Juego Sucio, Inconducta e Infracciones Reiteradas.

DESLEAL:

Es ilícito para cualquier jugador:

a) Jugar deslealmente en forma deliberada o infringir intencionalmente cualquier Regla del juego.

b) Perder tiempo intencionalmente.

c) Intencionalmente, manotear o arrojar la pelota desde el campo de juego al touch, al touch in-goal o más allá de su línea de pelota muerta.

SUCIO, INCONDUCTA E INFRACCIONES REITERADAS

Es ilícito para cualquier jugador:

a) Pegar a un contrario.

b) Patear a un contrario o hacerle una zancadilla con el pie, intencionalmente.

c) Tacklear anticipada o tardíamente o en forma peligrosa, inclusive la acción denominada “tackle con el brazo rígido”.

d) Que no corra en procura de la pelota, cargar u obstruir intencionalmente a un contrario que acaba de patearla.

e) Sujetar, empujar, cargar, obstruir o agarrar a un contrario que no tenga la pelota, salvo en un scrum, en un rock o en un maul.

f) De la primera línea de un scrum, formar a cierta distancia de los contrarios y acometerlos.

g) Provocar intencionalmente el derrumbre de un scrum o de un rock.

h) Mientras la pelota esté fuera de juego, molestar, obstruir o interferir en forma alguna a un contrario o ser culpable de cualquier forma de inconducta.

i) Infringir reiteradamente cualquier Regla del juego.

j) Cometer cualquier acto de inconducta, en el campo de juego, que atente contra el espíritu del juego limpio.

Obviamente son párrafos tomados del Reglamento emitido por la UAR en aquellos años…

No podemos dejar de mencionar tres Personajes que ya no están, y que tienen un lugar muy importante en éste grupo…

*El primero era un adelantado en todo, en su forma de ver la vida, en su forma de vestir, en su capacidad empresarial, a los 18 años ya tenía su propio negocio. Se fue muy rápido, yo no me canso de decir que hubiese llegado muy alto.

*El otro era un contagio de alegría en donde estuviese, siempre de buen humor, siempre predispuesto a dar una maño; un guerrero incansable que en la última batalla no quizo participar.

*Y el último, un tipo que siempre siguió sus ideales, que actuó en la vida como la sintió (con vértigo) y que siempre mencionó “es para mis muchachos”

Ustedes saben muy bien de que Amigos estoy hablando…y que clase de personas fueron.

Y hablando de aquellos años… hagamos un poco de historia.

Todo comenzó allá por el año 1981.

Un año como cualquier otro, pero no para el rugby. Un visionario, un audaz, un tenaz Jorge Largacha, provisto de una pelota ovalada, se dispuso a enseñarles a unos pocos chicos en forma recreativa, los primeros pasos de un deporte totalmente extraño dentro del Club.

Y digo extraño, porque el CAF era en ese momento un Club importante, pero en otras disciplinas. Ya se habían obtenidos halagos deportivos en Futbol, en Tenis, en Natación, pero una pelota ovalada no se había visto rodar jamás por sus instalaciones.

Pero se empezó a ver esa “cosa” extraña para muchos, que pica mal y va para cualquier parte.

Los primeros iniciados debieron incluso soportar algunas bromas de quienes no entendían cómo se podía jugar con una pelota con esa forma.

Pero Largacha, al igual que otros, intuyó que éste deporte podía echar raíces dentro del Club.

Así, ese pequeño grupito de chicos, encabezados por El Tosco, Ricky , Cesar y otros, fueron organizados para comenzar a practicar el rugby.

Pero surgía un problema; dónde lo practicarían si en la sede del CAF no había lugar para ello.

Si en el Club no teníamos lugar, había que practicar en otro lado. Así las calles y las plazas de Fisherton comenzaron a ver a Largacha con un grupito de niños, corriendo, pasando la pelota, tackleando, pateando la misma para arriba, recibiendo incluso recriminaciones de quienes recibían esos pelotazos en puertas, ventanas y automóviles.

Pero seguimos adelante…

Ahora bien, todo el rugby del Club se componía de Largacha y algunos muchachos. Se hacía necesaria la colaboración de algunos adultos que dieran una mano en tan incipiente deporte.

Parecía que ello no se conseguía, ya que como dije el rugby era desconocido en la Institución. Pero no fue así, Horacio Romano se ofreció para colaborar en los entrenamientos, Angel Rodríguez también.

Se arrimaron a colaborar Los Gastón, Los Bonino, Los Valotto, Los Berto, Molino, Armesto, Los Corvalán, Fabián Damini, Fabián Vianna, Fofi Peixoto, Javier Fiderio, Lali Piton, Ricky Peixoto, Sergio Rodríguez, Cali Gomez, Rolo Zanni, Juan C. Cruz.

Se conformó así una precaria Sub-Comisión de Rugby y digo precaria dado que la misma aún no contaba con la aprobación de la Comisión Directiva.

Y esto tampoco fue fácil. El Club entendía que una nueva disciplina traería aparejado mayores compromisos. Sin embargo haciendo algunas concesiones Largacha y su gente logró la aceptación de éste, nuestro deporte en el Club.

Ibamos avanzando ya teníamos algunos jugadores, un par de entrenadores, una Sub-Comisión y la aceptación del deporte dentro del CAF.

Había que competir.

Ya en esa etapa, ésta gente, con un ánimo indeclinable, se presentó en la Unión Rugby de Rosario y les hizo conocer el nacimiento del rugby en el CAF.

Pero no podíamos competir orgánicamente ya que las exigencias de la Unión Rugby de Rosario aun no lo permitían. Sin embargo seguimos bregando. Se compuso un equipo y con el apoyo de algunos Clubes se competía cuantas veces se podía.

Previo a ello, se eligieron los colores y el diseño de la nuestra camiseta, que parece hoy ver entrar al viejo salón del Club, las cajas con las primeras 50 Uribarri.

Y lo que parecía imposible, se estaba transformando en realidad. El pequeño grupito de jugadores se iba incrementando año tras año.

Y llegamos así hasta 1985, cuando la Comisión Directiva, acertadamente decide la compra de un predio lindante con el Arroyo Ludueña, donde se crearía luego el Campo de Deportes.

El primer sueño, el de tener nuestra propia cancha estaba por cumplirse, y se cumplió.

Un día ya lejano, plantamos las H con muchos de los que están acá y a partir de allí, nos sentimos con un poco de más identidad.

Ya eramos parte del rugby, con equipos y cancha propia y como eramos especiales tenía sentido este/oeste cuando debería ser norte/sur.

En esos tiempos aparecen jugadores en un altísimo nivel, que llegaron a descatarse a nivel internacional como los Veronas, los Corvalan, Pileta, Berto, el Ciego, los Tejeda, Pacha, Teta, Fercho, Bote, Negro Labraba, el Francés, el Tonga, Tapón, el Bocha, Edu Vettere, el Gordo Clemente, El Colo y el Hermano, Glacer, Rompehuesos, los Giri, los Daniele, Buo, los Gastón, los Suidini, Tomé, los Macceti, Mariano Galeazzi, Scabusso, el Gordo Mazacote, el Willy Suita, Tito, Pisu, el Negro Torres, Diego Carlos Mentira Sanchez, el Urga, el Karateca, el Milico Promanzio, Oscar Montaña, Longui, Cloto, Scuby, Rubinick, Cesar López y otros grandes del Rugby…

Y se seguían arrimando colaboradores, debiendo mencionar a Marcelo Chieu, a Kidonakis, a Hugo Fuentes, a Gil, a Laurence, el Taca y muchos más.

El rugby seguía creciendo, pero sin embargo, el desgaste propio de quienes dieron todo por el deporte, hizo que aquellos pioneros fueran dejando su lugar a nuevos colaboradores.

Así llegaron los Cervigni, Los Melihared, Los Coronado, Ana Rosa Díaz, Eduardo Cano y un párrafo aparte para Los Hassuom, que fue nuestro querido Abel quien continuara con la posta que dejó Largacha.

Ya en 1988 podíamos decir que el Rugby se había afianzado. Se había ingresado como club afiliado de la URR y competíamos con siete Divisiones.

En 1991 festejamos el 10 Aniversario.

Ya comenzabamos a hacernos sentir en el campeonato. Se habían terminado los tiempos en los cuales jugar con el CAF era seguro ganarles.

También, al igual que antes, nuevos colaboradores. Así podemos mencionar a Leo Glacer, a Enrique Bollini, a Ruben Serki, Gonzalo Tejeda, Rubén Pérez.

Los años pasaron con muchos altibajos, con épocas buenas y malas…

Faltaba que un nuevo grupo de colaboradores se acerca para inyectar nuevamente fuerzas y nuevas ideas; pero ésto no ocurrió.

Los equipos se fueron disolviendo poco a poco, el rugby fue perdiendo importancia dentro del Club y por ende el apoyo de la Comisión Directiva no era el mismo.

El Club atravesaba una crisis económica muy grande, la falta de recursos y el malestar de los Jugadores y su Entrenador Sr. Sarrabayru hizo que en el mes de Marzo del 96, se decidiera otorgar una pausa a ésta rica historia.

Está en nosotros que continue; o bien esperar a sumarnos cuando tome la posta otro “Loco Fanático” como los que mencionamos antes.

Como resumen, el mensaje es… que pasemos por ésta vida dejando algo, marcando algo, comprometiendonos con algo, en el rugby, en el barrio, en el colegio de los chicos, en una Fundación, en una Agrupación o donde sea… y que con los años a nosotros, también nos recuerden como a éstos tipos.

Los quiero mucho, Feliz Día del Amigo ¡!!

Los Amigos (3º Tiempo)

Hace muchísimos años, un joven recién casado estaba sentado en un sofá en un día caluroso y húmedo, bebiendo jugo helado durante una visita a su padre.

Mientras conversaba sobre la vida, el matrimonio, las responsabilidades y las obligaciones de las personas adultas; el padre revolvía pensativamente los cubos de hielo de su vaso y lanzó una mirada clara y sobria hacia su hijo. - "Nunca olvides a tus amigos", ¡aconsejó!, "Serán más importantes en la medida en que envejezcas". "Independientemente de cuanto ames a tu familia y los hijos que por ventura vayas a tener, tu siempre necesitarás de amigos. Recuerda ocasionalmente salir con ellos, realiza actividades con ellos, telefonéalos...""¡Que extraño consejo!" pensó el joven. "Acabo de ingresar al mundo de los casados, soy adulto y con seguridad mi esposa y la familia que iniciaremos ¡serán todo lo que necesito para dar sentido a mi vida!" Con todo, él obedeció a su papá; mantuvo contacto con sus amigos y anualmente aumentaba el número de ellos. Con el pasar de los años, él fue comprendiendo que su padre sabía de lo que hablaba. En la medida en que el tiempo y la naturaleza realizan sus designios y misterios en un hombre, los amigos resultaron baluartes de su vida. Pasados los 50 años de vida, he aquí lo que aprendió: El tiempo pasa. La vida continúa. La distancia separa. Los niños crecen. Los empleos van y vienen. El amor se debilita. Las personas no hacen lo que deberían hacer. El corazón se rompe. Los padres mueren. Los colegas olvidan los favores. Las carreras terminan. Mas, los verdaderos amigos siempre están ahí, no importa a cuánto tiempo o a cuantos kilómetros se encuentren. Un amigo nunca está más distante que el alcance de una necesidad, haciendo barra por ti, interviniendo a tu favor, esperándote de brazos abiertos o bendiciendo tu vida. Cuando iniciamos esta aventura llamada VIDA, no sabíamos de las increíbles alegrías o tristezas que estaban delante. No sabíamos de cuanto necesitaríamos unos de otros.

Fila 9 - Por Fernando "Nando" Parrado


Los consejos del ex rugbier Fernando Parrado, sobreviviente de los Andes
'Lo importante viene después del trabajo'
Conmovió a 2,500 ejecutivos en Expo Management con una recomendación:
apoyarse en la familia.

¿Qué conferencista logra hoy colmar un auditorio de 2,500 ejecutivos
y empresarios, muchos con sus mujeres e hijos, y hablar durante una hora y media sin que nadie pierda detalle del tema ?

el ex rugbier Fernando Parrado, uno de los 16 sobrevivientes de la tragedia de los Andes, a 36 años de aquella historia que asombró al mundo, consiguió hace algunos meses más que eso: Conmover a un foro de negocios y capacitación empresarial al transmitir las simples moralejas que le dejaron vivir 72 días en plena Cordillera sin agua ni comida.

Fue durante la jornada de cierre de Expo Management 2009.

Su presentación,un monólogo sin golpes bajos acompañado por vídeos e imágenes de la montaña, tuvo dos etapas bien diferentes.
En la primera narró, con un relato íntimo repleto de anécdotas, los momentos que lo marcaron de aquella odisea a 4000 metros de altura en la que perdió a buena parte de sus amigos, además de su madre y su hermana..

'¿Cómo es posible sobrevivir donde no se sobrevive?', se preguntó.

'Sobrevivimos porque hubo liderazgos, toma de decisiones y espíritu de equipo, porque nos conocíamos desde mucho antes', dijo.

Y arrojó un primer disparador.
"En la vida el factor suerte es fundamental"

Cuando llegué al aeropuerto de Montevideo no daban número de asiento para el avión.

A mí me tocó, de casualidad, la fila 9, junto a mi mejor amigo.
Cuando el avión chocó en la montaña, se partió en dos.
De la fila 9 para atrás no quedó nada.
Los 29 sobrevivientes al primer impacto viajaban en la parte que quedó a salvo.' De ellos, dijo, 24 no sufrieron un rasguño.

Así, los menos golpeados empezaron a ayudar,
actuando como un verdadero equipo. Administramos barritas de chocolate y maní al punto de comer un grano por horas cada uno.

Marcelo, nuestro capitán y líder,asumió su rol para contenernos cuando le preguntábamos qué pasaba porque no llegaba el rescate.

Decidimos aguantar.

Pero días después el líder se desmoronó.

La radio trajo la noticia de que había concluido el rescate.

'¿Cómo hubieran reaccionado ustedes?
El líder se quiebra, se deprime y deja de serlo.

Imagínense que yo cierro esta sala, bajo la temperatura
de -14 grados sin agua ni comida a esperar quién muere primero.'

se hace un Silencio estremecedor de la primera a la última fila.

'Ahí me di cuenta de que al universo no le importa qué nos pasa.

Mañana saldrá el sol y se pondrá como siempre.

Por lo tanto, tuvimos que tomar decisiones.

En la noche 12 o 13 nos dijimos con uno de los chicos:

«¿Qué estás pensando?»
«Lo mismo que vos>>.

Tenemos que comer, y las proteínas están en los cuerpos.»
Hicimos un pacto entre nosotros, era la única opción.

Nos enfrentamos a una verdad cruda e inhumana.'

Desde la primera fila, decenas de chicos llevados por sus padres escuchaban boquiabiertos.

'Hubo planificación, estrategia, desarrollo.

Cada uno empezó a hacer algo útil, que nos ayudara a seguir vivos: zapatos, bastones, pequeñas expediciones humanas.

Fuimos conociendo nuestra prisión de hielo.'

'Hasta que me eligieron para la expedición final, porque la montaña nos estaba matando,nos debilitaba, se nos acababa la comida.

Subí aterrado a la cima de la montaña con Roberto Canessa.

Pensábamos ver desde allí los valles verdes de Chile y nos encontramos con nieve y montañas a 360 grados.

Ahí decidí que moriría caminando hacia algún lugar.'

Entonces sobrevino el momento más inesperado. Pero 'Esta no es la historia que vine a contar', avisó.

Y contó que su verdadera historia empezó al regresar a su casa, sin su madre ni su hermana, sin sus amigos de la infancia y con su padre con una nueva pareja.

'¿Crisis? ¿De qué crisis me hablan? ¿Estrés? ¿Qué estrés?

Estrés es estar muerto a 6000 metros de altura sin agua ni comida', enfatizó.

Recordó un diálogo fundamental que tuvo con su padre, que le dijo:

'Mira para adelante, anda tras esa chica que te gustaba, ten una vida, trabaja.

Yo cometí el error de no decirle a tu madre tantas cosas por estar tan ocupado, de no compartir tantas festividades con tu hermana, no darme el tiempo de platicar con ellas mis vivencias, no decirles cuanto las amaba'.

Y cerró, determinado:

'Las empresas son importantes, el trabajo lo es, pero lo verdaderamente valioso está en casa después de trabajar: la familia.
Mi vida cambio, pero lo mas valioso que perdi fue ese hogar que ya no existia al regresar.

No se olviden de quien tienen al lado, porque no saben lo que va a pasar mañana..'

"NINGUN ÉXITO EN LA VIDA, JUSTIFICA EL FRACASO EN LA FAMILIA"

Si TU tienes un calido hogar, piensa que al igual que Yo eres una persona con Suerte !!! Te toco de la fila 9 hacia adelante, y creeme que la mayoria viaja de la 9 para atras.

Cuando todo parece que termina, pero todo vuelve a comenzar...

Por las mujeres que van a ver jugar a sus maridos, novios, hijos o targets y que, como madres permisivas, aprueban que sus hombres-niños se porten como salvajes durante un rato los fines de semana, sin expresar su angustia cuando el suyo se golpea porque le han dicho que el rugby es un deporte muy seguro, ni pretender un lugar en la barra del pub cuando llega el momento de hablar de un juego de hombres; que durante venden cheesecakes pro-gira a Nueva Zelanda o pastafrolas pro-agua caliente en los vestuarios… ¡Salud!

Por los maestros de rugby, que nos enseñaron de chicos el espíritu del juego más bello junto a su técnica, sus leyes, la camaradería más fuerte y nos soportaron en las giras; que nos enseñaron a contener el entusiasmo en la victoria y la desazón en la derrota; que con la excusa de enseñar repiten lo que más disfrutaron como jugadores: pisar la cancha, correr, pasar la pelota, embarrarse, ver las haches de cerca… ¡Salud!

Por ese rugbier postergado que apenas entró un par de veces en la Intermedia como sustituto; que jugó sus mejores partidos soñando despierto y que llega al club todos los sábados a las 10:30, bolso en mano, para ver si queda un lugar en la Pre “C” y jugar de lo que sea, sentirse Richie McCaw por un rato y probar, así, que en el rugby hay lugar para todos… ¡Salud!

Por los forwards, que se hacen llamar pack (jauría) hasta que transpirados, resoplando sin aire ni piernas van perdiendo la ferocidad del lobo; con el sindicato de la primera línea que dice poseer el secreto alquímico del rugby esencial; con las torres de la segunda línea que ven pasar la pelota sobre sus cabezas en cada line-out; con los alas, psicópatas especialistas en tacklear a destiempo al apertura contrario, y el octavo, el único que se nombra por su número, especie de nowhere man que siempre quiso jugar de back… ¡Salud!

Por los backs, más vituperados por sus forwards que el equipo contrario; con el único que sabe lo que es tener la pelota en la mano: ese medio-scrum que habla, habla y habla…; con el apertura que goza de la dispensa especial de patear la guinda desde donde la reciba; con los tres-cuartos que se pasan las tres cuartas partes del partido mirando cómo los forwards disfrutan de sus scrums, mauls, rucks y line-outs hasta que la pelota llega al apertura que la vuelve a patear; con los centros que se entretienen cambiando de posición entre sí para no enfriarse y si alguna vez reciben un pase (nunca del apertura) corren a chocar con la defensa contraria para que los forwards reanuden los rucks, mauls y scrums; con los wings, tan alejados de todo junto al touch, confundidos con los espectadores pero sin sus derechos: no pueden insultar al árbitro; y el full-back, ese solitario culpable de errar el último tackle frente a cinco atacantes cuando toda la defensa erró los anteriores… ¡Salud!

Por los árbitros, verdaderos jueces de última instancia de un juego en el que las reglas se llaman “leyes”; que conocen sus mil y una interpretaciones aunque “no discutirás con el réferi” es la principal; que a veces pueden cambiar de parecer, y en medio de una explicación paternal lo piensan mejor y te mandan al sin-bin; que hablan, hablan, y hablan más que los dos medio-scrums juntos pero que, sin ellos, tampoco sería posible jugar… ¡Salud!

Por los Blazers (blue, o del color que sea), que jugaban sin hombreras ni protectores bucales y que si dejaban la cancha era por extremaunción; que organizaron y administraron el club para que nosotros pudiéramos aprender a jugar y criticarlos; que nos pasaron la guinda para que algunos organizáramos y administráramos el club para que jugasen nuestros hijos, los de los amigos y los nuevos, y criticarnos; que acertaron y se equivocaron, que no se llevaron ni un centavo (apenas una corbata regimental) y que pusieron mucho, mucho… ¡Salud!

Me podes decir porque seguis jugando ? - Para los Veteranos del Rugby


Esta es la pregunta que le hacen su familia y sus amigos a muchos veteranos de rugby, una y otra vez. Son aquellos que ya no juegan y que no comprenden cómo el hacerlo es hacer que valga la pena vivir.

Esta historia que se titula ” El jugador más viejo” fue escrita por David McIlveen-Wright, y brinda muy hábilmente una inspirada respuesta. (Aparece en la página web de los “Old Boys del Calgary Saracens RFC.)

El Jugador Más Viejo estaba sentado arrumbado en un banco en el rincón más lejano del vestuario de la universidad, cubierto de barro, con un poco de sangre y con bastantes moretones. Tenía una sonrisa feliz en su rostro.

¿Acaso había sido quien anotó el try que les dio la victoria? ¿O fue quién pateó ese drop desde mitad de cancha? ¿O quién corrió 30 metros con la pelota, por lo menos una vez?

No. Algo mucho más significativo, el Jugador Más Viejo había terminado un partido de rugby con todas las partes de su cuerpo todavía en sus lugares correspondientes. Le dolía todo, pero estaba contento porque podría caminar (en lugar de renguear) hasta su casa dentro de un rato. Sabía, por su larga experiencia, que tendría que arreglarserlas a la mañana siguiente para levantarse algo entumecido para llevar a los chicos a la escuela. Su esposa no lo regañaría, por lo menos demasiado, por la promesa de jugar de nuevo la próxima semana. ¡Éxito total!

El Capitán, que había sido quien anotó el try ganador, pateó el drop desde mitad de cancha y corrió con la pelota 30 metros varias veces, salió de la ducha cantando su canción favorita para después de los partidos. El Capitán era soltero, 23 años de edad y pintón como una estrella de cine. Esa canción reflejaba su estilo de vida. Se dio cuenta que el jugador más viejo estaba sentado ahí, hizo una pausa, movió su cabeza lentamente y luego se le acercó.

Hay algo que siempre quise preguntarte. ¿No te importa decirme porqué seguis aún jugando? , le dijo.

Quiero decir no que no empujaras con todo, realmente anclaste la primera línea. Pero, vos ya jugabas en la Primera antes que muchos de nosotros hubieran nacido. Ahora, voluntariamente jugás con nosotros cuando estamos en cuarta. No lo entiendo. El Jugador Más Viejo sonrió. Mucha gente me ha preguntado eso, le respondió. Mi esposa dice lo mismo antes y después de cada partido. Lo viene haciendo desde hace veintiocho años, pobre muchacha.

¿Qué le contestás?

Algo diferente cada vez. Se está volviendo loca ¿Cómo ser?

Acostumbro a decir que juego al rugby para mantener el estado físico, para divertirme y para pasar el tiempo con los muchachos. Pero, eso no lo digo más.

¿Porqué no?

Bueno, principalmente porque ya no es verdad.

¿Cuál es ahora la verdad?

El Jugador Más Viejo se incorporó un poco más erguido, destapó una cerveza y se la dio al Capitán. Luego, agarró una para él. Se mandó un largo trago., como si hubiera sido la mejor cerveza que alguna vez hubiese tomado. Lentamente, relojeó al Capitán de arriba abajo, viéndose a si mismo como hace mucho tiempo, antes de la hipoteca, de los mellizos, de las canas, las facturas y la carrera que tanto le ocupaba durante estos últimos años. Se estiró los músculos y pensadamente le dijo:

¿Realmente quieres saberlo?

Trataré de explicártelo si me podés escucharme unos minutos. El Capitán realmente no quería que lo vieran perdiendo el tiempo con el Jugador Más Viejo. Los jugadores más jóvenes lo mirarían con caras extrañas. Pero, muy poco probable que alguien lo viera allí, en el silencioso rincón del vestuario, por lo menos por un rato. Dale, le dijo y se sentó frente a él. A veces le digo a mi mujer que estoy en una búsqueda.

¿Una búsqueda?

Si, ya sabes, como el surfista buscando la ola perfecta. Yo estoy buscando el desprendimiento perfecto en la cola del lineout. ¡El desprendimiento perfecto en la cola del lineout!

Si. ¿Te acordás de aquel lineout que hicimos en el último partido como locales?

Anotamos un try a partir de él. Empatamos el partido.

¡¿Eso es lo que te hace seguir jugando?! ¿Un movimiento en el lineout?

Si, parcialmente. No ese movimiento en particular, pero si cualquier buena demostración de trabajo en equipo y oportunidad. El anotar es un premio.

¿Eso es todo?

Eso es todo. Es la búsqueda de la perfección. Que es muy esquiva.

¿Pero acaso no es eso la vida?

Superar la oposición, el peligro y el miedo. Tener coraje. Lograr afecto y amistad, más que obtener una ganancia personal. Tratar de hacer todo lo mejor que sea posible, siempre. ¡Eso es demasiado!, exclamó el Capitán. ¡Estás haciendo que todo eso suene a gloria! ¡El rugby como una cruzada por el sentido de la vida! No es solamente una cruzada, deambulando en la búsqueda del sentido de la vida. Esas cosas son el sentido de la vida. Son las que justifican vivir. El Capitán, un wing tres cuartos, estaba impresionado. Siempre había pensado que los forwards debían ser algo burros, queriendo solamente estar en el scrum y en los mauls y en las montoneras.

¡Wow!¿Con que el sentido de la vida? ¡Y yo que pensaba que jugar al rugby era solamente una buena excusa para derrotar a los otros tipos e impresionar a las mujeres!

El Capitán se paró y le dio una palmada en el hombro al Jugador Más Viejo, forzando una mueca de dolor y una sonrisa triste. Moviendo su cabeza y todavía murmurando para sí mismo Wow, el Capitán caminó lentamente hacia la puerta del vestuario. El Jugador Más Viejo sonrió y abrió otra cerveza. Mantuvo la lata fría contra el desagradable arañazo que sentía que tenía en el costado de su cabeza. La próxima vez le contaría al Capitán el rol místico de la cerveza en su búsqueda. Ese sería el concepto que los jugadores más jóvenes podrían comprender

Una hazaña sin precedentes


El 10 de Octubre de 1987 el San Isidro Club se enfrentaba por segundo vez con el seleccionado australiano y lograba una hazaña sin precedentes. El SIC conseguía el resultado más relevante y significativo de su historia deportiva.

Aquel sábado en el estadio de Velez Sarfield, con el arbitraje de Efrain Sklar y ante unas 15.000 personas, el SIC logró conseguir un empate en 22 tantos frente a los fabulosos Wallabies, que contaron con jugadores de la categoría de Michael Lynagh, Mathew Burke, Nick Farr Jones y Simon Poidevin.

A punto estuvo la Zanja de alcanzar la victoria. Una conversión de Loffreda que salió desviada a tres minutos del final, producto de un try scrum, le hubiera dado la victoria final.

El SIC formó de la siguiente forma: Piran, Sainz Trapaga, A.Ramallo, Loffreda y Cuesta Silva; Madero y Soares Gache; Cirio, De Vedia y Conti; Gasso y Durlach; Cash, Angelillo y Lonardi.- Entrenadores: C. Villegas y J.J. Barcelo.

Desde este lugar, rendimos nuestras sinceras felicitaciones a todos aquellos responsables de tamaña hazaña deportiva para nuestro club.

Homenaje al Veco Villegas - Por Rodolfo Michingo O’Reilly (*)


El Veco era el orden, el respeto. Era el gran cuerdo, con todo lo que ello implica. Nada le quedaba nada suelto. Todo era lo previsto. No podía creer que, desde mi desorden, le ganáramos. Precisamente, desde las antípodas, decía que “el no tener orden” era mi mérito.

Dirigíamos por los años 70 los dos mejores equipos de Buenos Aires. La gente nos imaginaba con el enfrentamiento de los coaches de River y Boca (no sé, Passarella y Bianchi…) Eran el CASI y el SIC. Cuando, a principios de 1977 me fui a vivir a Punta del Este, el “Inge” vino un par de veces, en invierno. Siempre me imaginé que a verme. Charlábamos horas de rugby. Y, sino era sólo a verme, poco importa. Me avisaba y, con el correr de los años, lo decodifique como una demostración de amistad.

Después, a mi vuelta de Uruguay, ya en la conducción del Seleccionado, Veco nunca dudó en venir a darnos una mano, a Joe (ndr: José Argento) y a mí. Antes de la gira a Sudáfrica pero, centralmente, antes de ir a Australia. El equipo le agradeció su ayuda con el scrum-try con que concluyó el histórico test de Brisbane.

Por esa época íbamos a almorzar a un boliche en la esquina de Reconquista y Tucumán, creo. Siempre la mejor onda.

Ya en el 87 aportó lo suyo para ganarle a Australia, cuando el try de Cristito Mendy, en Vélez.

Y después, lo insólito. Estábamos en Mendoza con los Pumas. Suspendimos todo y nos volvimos a Buenos. Aires. Lo fui a recibir al pobre Bambi (ndr: Alfredo Soares Gache) que lo había ido a traer de Posadas. En el hangar de enfrente de Aeroparque. Nadie podía parar de llorar. No había palabras.

La misa en el SIC, donde el cura Dolan dijo que estaba enojado con Dios. Tenía razón.

Pero en algún lado estará enseñando el “empuje coordinado”. Esto como símbolo de su respeto por el juego, “that’s rugby”. Se debe haber encontrado con Jacques Fouroux . Otro loco. Ya nos vamos a encontrar todos.

(*) Ex entrenador del CASI y de Los Pumas. En este último convocó en varias oportunidades a Veco para que dé una mano. Mantenían una estrecha relación.