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sábado, 20 de noviembre de 2010

Rafael Madero

La leyenda de Los Pumas tiene decenas de estandartes. Uno de ellos es Rafael Madero. Jugó en tres puestos distintos con la celeste y blanca (apertura, centro y fullback; más tarde hizo lo mismo Felipe Contepomi), disputó 45 test, fue titular indiscutido durante doce temporadas (del 78 al 90) y participó de varias victorias históricas.
En semejante trayectoria, Rafa vivió un episodio particular en 1988, hace 20 años. Faltaban apenas unos días para el primer test con Francia, en la cancha de Vélez, pactado para el 18 de junio, cuando Hugo Porta le comunicó al entonces entrenador Rodolfo O’Reilly que daba un paso al costado. Michingo, entonces, le encargó la número 10 al hombre del San Isidro Club. Pero en la madrugada del día del partido, sonó el teléfono en el campamento argentino: había nacido Benjamín, el primer hijo de Madero, por lo cual se tuvo que ir de urgencia al sanatorio, y el puesto de apertura quedó para Fabián Turnes.
Benjamín Madero tiene hoy, claro, 20 años e integró el Trial que se armó con vistas al plantel que también en junio disputará el Mundial Sub 20 que se disputará en Gales. “Sí, es el que no me dejó jugar aquel partido con Francia”, dice el bueno de Rafa cuando este periodista le pregunta por su hijo. “Corre igual a vos”, comentan, a dúo, Carlos Benítez Cruz y Juan Lanza, que escuchan la conversación poco después de concluído el sábado pasado el encuentro entre el SIC y CUBA.
“Es grandote, pero de hacer tanto fierro. A veces tengo miedo que me lo pongan de hooker”, señala, orgulloso, aquel que con Marcelo Loffreda formaba una pared en el centro de la cancha.
Benjamín Madero juega de apertura y cuentan que pinta para crack. Integra una camada excepcional del SIC y el sábado ya jugó en la Intermedia.
El rugby, se sabe, es un deporte de herencia. Y a veces los genes de calidad se transmiten. Quizá en el futuro haya otro Madero luciéndose con la celeste y blanca.


Manuel Contepomi - Su despedida

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Manuel Contepomi se ha dado varios gustos en el rugby, además de jugarlo. Disputó tres Mundiales con Los Pumas; estuvo en tres partidos inaugurales; se retiró llegando a la final del torneo local con Newman, su club  de toda la vida, con el que había arribado a una semifinal antes de irse a Europa; con Los Pumitas le ganó a los All Blacks; fue uno de los que obtuvo adentro de la cancha la medalla de bronce en Francia 07 y por las lesiones volvió una y mil veces. Sin embargo, lo que más se llevará en su corazón de rugbier fue la despedida-sorpresa que le organizaron sus propios compañeros de equipo, con la inestimable colaboración de los Pomi.
Fue el domingo pasado a la tarde, bajo un calor abrumante y en un fin de semana largo. Empezó con un asado común y corriente en lo de una de sus hermanas con toda la flia callando la sorpresa, siguió con la hinchada de Newman que lo fue a buscar para subirlo a un colectivo e hizo impacto en su corazón cuando al llegar al club esperaban rugbiers de todos los equipos para armar un combinado Invitación que enfrentaría a un Newman reforzado por Pomi padre y los hermanos PanchoJuampi y Bebe Contepomi. Todos con el 13 en la espalda y la leyenda Manuel.
Marcelo Loffreda -otro 13 histórico- entrenó a un Invitación que contó con Manasa Fernández Miranda,Piltrafa Ezcurra, Diego Albanese, Serafín Dengra, Pablo Camerlinckx, Martín Durand, Santiago Phelan, el Colorado Fuselli, Gonzalo Longo y muchos más, como los árbitros el Mono Sánchez Ruiz y Pizza Pasman. Todos para homenajear a Manuel.
La movida fue ideada por sus compañeros del plantel superior, encabezados por Marcelo Torres, Alfredo Cordone y el Canario Gosio.
Cuando terminó el partido, todos -familiares, amigos, rivales, dirigentes, árbitros, chicos, grandes- armaron una calle para Manuel, tal como lo muestra la foto que captó Lucas Olivera, del sitio rugbyfun, que cubrió las alternativas de este homenaje emocionante por donde se lo mire.
El rugby es capaz de estas cosas. También tipos como Manuel. Y no estaría que la idea se copie en otros clubes.

En la vieja Taberna - 17 de agosto de 1896 - Belgrano Athletic Club



Los habitantes de Buenos Aires eran invitados ese día a consultar a La sin rival, una adivina andaluza que ejercía en Zeballos 457: si su preocupación eran los niños, una "ama joven y robusta, española" se ofrecía"con leche buena y abundante" y buenas referencias en Paraná 566. 

No eran las únicas tentaciones: en el número 324 del Paseo de Julio, entre Cuyo y Corrientes, el Teatro Japonés presentaba "un caballo marino del río Nilo; un rinoceronte indio del imperio de la Gran China; un rinoceronte africano de Abisinia, y una gorila llamada mono-hombre, encontrada en una gruta de Africa". 

Estas referencias no son, como puede pensarse, producto de la imaginación, figuraban en la edición de La Prensa del 17 de agosto de 1896, que también informaba la cotización del oro (350 y 280), precisaba el sueldo de un mucamo (cincuenta pesos), aludía a la guerra entre Cuba y España, la transición económica, la huelga de ferrocarriles y el estreno de "Los Condenados", de Benito Perez Galdós, en el Teatro de Mayo.

En esa jornada calurosa –22 grados de máxima- en el Club Inglés de Belgrano, un reducto exclusivo donde se entremezclaban el licor y los juegos de cartas y billares, una mano firme anotó en un Minute Book, marca George Mills, naturalmente británico, la primera acta del recién nacido Belgrano Athletic Club. El libraco, que aún se conserva intacto, sirvió para consignar las realizaciones habidas entre el 17 de agosto de 1896 y el 23 de septiembre de 1902, escrito en idioma inglés, por supuesto.

La Asamblea a la que concurrieron unas sesenta personas resolvió formar un club deportivo para auspiciar la práctica del cricket, lawn tennis, football "y otros juegos que se consideraran aconsejables". Ese grupo de extranjeros entusiasmados que aceptó la idea propuesta por unanimidad, alentó al Belgrano Athletic Club, y así, de común acuerdo con las autoridades del fusionado Ferrocarril Rosario, se decidió ocupar en primera instancia los terrenos que le habían pertenecido y permitir el ingreso de sus ex socios sin cuota especial. Pero poco después, esas tierras fueron puestas en venta, con un precio que los socios consideraban excesivo. Sobrevino entonces un deambular incesante para la entidad, algo que movió a los señores Roberts y Dickinson –propietarios por adquisición del predio que había ocupado el Club Ferrocarril de Rosario- a ofrecerlo en venta al Belgrano Athletic en condiciones ventajosas. Así se aposentó definitivamente la institución en la calle Virrey del Pino, a la altura del 3400.

El campo, en ese entonces, sólo exhibía una tribuna precaria, realizada con postes de ferrocarril, y algunas construcciones de madera, entre ellas una casilla ferroviaria del parque Tres de Febrero, que conservaba las aberturas que oficiaban de boleterías. Después, Belgrano sería cimiento de la Unión Argentina de Rugby al fundar el 10 de abril de 1899"The River Plate Rugby Union Championship"; fue fundador de la "Argentina Association Foot-ball League" -antecesora de la Asociación del Fútbol Argentino-, deporte que se practicó en el Club hasta 1933; participó en la creación de la "Asociación Argentina de Tenis"; en 1897 ya jugaba al cricket, cuya "Asociación Argentina de Cricket" también fundó; en 1908 fundó la "Asociación Argentina de Hockey", y en el año 1912 creó la "Asociación Argentina de Bowls"; finalmente Belgrano participó en la fundación de la "Asociación Argentina de Squash".

Hoy, Belgrano Athletic Club es base no sólo del rugby; también del deporte argentino en general, y ello por obra y gracia de aquellos ingleses que un 17 de agosto de 1896 acudieron a la taberna de su club social con la intención de expandir su camaradería.

Farewell XV

Farewelluna escuela para reafirmar lo que todos conocemos, en el Rugby somos adversarios ocasionales y solo por 80 minutos. Por eso durante un día, como debe ser siempre, compartir será más importante que ganar con tu camiseta habitual.

Con esta filosofía, y con un gran esfuerzo de su parte, los entrenadores de Alumni, Belgrano A. C., C.U.B.A., Champagnat, Newman y Regatas Bella Vista crearon el Farewell XV. Esta ceremonia, que en realidad son partidos compartidos, se viene realizando desde el año 2002 y se ha convertido en un momento muy especial para los jugadores de nuestros Clubes que dejan su condición de “Infantiles” para convertirse en “Juveniles”.

Un gran trabajo y una lección de vida que explica abajo uno de sus iniciadores.

Durante la temporada 2002 los entrenadores de los Clubs Alumni, Belgrano, C.U.B.A., Champagnat, Newman y Regatas Bella Vista decidieron crear un encuentro de rugby para los chicos de M14 (en aquel entonces 6ª División) que viene a marcar la finalización de su etapa en el rugby infantil.
El objetivo era afirmar la amistad, las enseñanzas y el espíritu del juego.

La idea entonces fue juntar a todos ellos en una jornada durante la cual se disputasen una serie de encuentros entre equipos formados por jugadores de los seis Clubes participantes todos mezclados entre si.

No se realizaría un campeonato ni competencia alguna; los chicos compartirían un equipo con sus pares de otros Clubs, vestirían tal vez otra camiseta que no fuese la propia y jugarían por el simple gusto de jugar.
Así nacía el Farewell XV.

Con el correr de las ediciones, la organización fue mejorando año a año. En cada nuevo encuentro se cambiaban pequeños detalles y agregaban otros.

Hoy día los equipos son armados por un programa de computación basándose en el criterio que aportan los entrenadores de cada Club.

El Club anfitrión va rotando con cada nueva edición y el Staff de mayores afectados al Farewell suma hoy la friolera de 70 personas que manejan unos 400 chicos a lo largo de unas 8 horas.
Divididos en dos zonas de seis equipos cada una, disputan a lo largo de toda una tarde una serie de 5 partidos para luego finalizar en un gran Tercer Tiempo en el cual comparten la mesa con los integrantes del equipo en el cual han jugado.

Quienes los atienden son, a su vez, chicos que participaron del Farewell en años anteriores.
Reciben un buzo conmemorativo del evento del año respectivo y durante la comida se proyectan las acciones filmadas a lo largo del día. Tendrán luego la oportunidad de ver fotos y videos a través de la Web.

La jornada finaliza con el Tercer Tiempo de mayores que encuentran también la oportunidad de celebrar una linda jornada de rugby.

En este 2009 se jugará el sábado 7 de Noviembre en las canchas de Belgrano Athletic Club, Campo del Pinazo, la 8ª edición del Farewell XV con los chicos de la camada ´95.


Decálogo



Pasar.
Placar.
Marcar.
Patear.
Empujar.
Correr.
Respetar.
Apoyar.
Perder.
Ganar.

Todos ellos resumidos en uno: jugar.

Largarse a jugar más que a ganar - Por Eugenio Astesiano



Está claro que Los Pumas van a afrontar mañana una parada tan complicada como atractiva, ante un rival que tiene la sangre en el ojo tras el último traspié sufrido en Vélez (un 41-13 inapelable).

            ¿Cómo van a jugar Los Pumas? Acaso veamos una versión bis del equipo que le ganó a Italia, pero con mucho más trabajo para los backs, sobre todo en la faz defensiva. Bajo las premisas de siempre, con tackle y mucha actitud, el equipo va a afianzarse y ser compacto sobre todo cerca de las formaciones y sin tanta predisposición al ataque. Habrá que estar muy atento al lado corto de la cancha, lugar que los franceses utilizan con enormes destrezas.

            Indudablemente, el line tiene que mejorar. Ya no alcanza con errar menos, sino con no hacerlo. En este punto y en tratar de no cometer infracciones que puedan derivar en puntos o tarjetas amarillas estarán buena parte de las posibilidades de los argentinos de hacer un buen papel. Nótese que deliberadamente no estamos hablando de victoria, sino de que Los Pumas hagan un gran partido, más allá del resultado.

            Será un gran partido si el scrum logra ser superior, si el line funciona sin errores, si hay menos de ocho penales en contra, si los cambios en los forwards (que sin duda los habrá, por eso hay cinco delanteros -dos segundas líneas y un tercera línea- entre los suplentes) no afectan el rendimiento y por el contrario, lo potencien; si los backs consiguen hilvanar ataques profundos sin errores no forzados, si la pelota logra mantenerse viva por varias fases… en fin, si Los Pumas consiguen regularidad a lo largo de los ochenta minutos, si se toman riesgos, si el equipo crece en intensidad ofensiva y se permite ser el puede ser en lugar del que parece ser, veremos unos Pumas con proyección mundialista. Insistimos con esto: no queremos sólo verlos ganar. Queremos que se juegue bien en buena parte de todas las facetas de juego, dominándolas. Que el equipo se afiance y logre rodaje, que se largue a jugar.

            Caso contrario, aunque haya una victoria -y sea producto sólo de la intensa labor defensiva- tendrá sabor a poco. Sólo a victoria, y a nada más.

Un club con auténtico ADN rugbístico - Duendes Rugby Club - Por Jorge Busico


El año pasado bajó en seguidilla al CASI, subcampeón de la URBA, y a Hindú, el tetracampeón. En éste, viene de anotarle 50 puntos como visitante al SIC, el imbatible de Buenos Aires. Y en una temporada y media perdió apenas un encuentro. Se trata de Duendes Rugby Club, que desde Rosario se colocó nuevamente en las semifinales del Nacional de Clubes, en el cual buscará defender el título. Pero más allá de lo que suceda pasado mañana en otro choque con los de Don Torcuato, vale rescatar algunos detalles de un club que pese a sus cortos 54 años, ha escrito capítulos trascendentes en la vida del rugby argentino. 
Duendes es fiel ejemplo de lo que se considera un club de rugby. De esos en los que la pasión se transmite de generación en generación. Modesto en infraestructura, pero gigante en corazón. Y, sobre todo, con un ADN inalterable en el juego a través del tiempo: pelota viva, audacia para atacar, protagonismo en las puntas. "Tenemos una fuerte influencia del Gales de los 60 y 70 y, antes, de los franceses", me cuenta José Luis Imhoff, uno de sus símbolos (estuvo en la fundación del club, con sólo 15 años) y un fundamentalista de ese estilo, que lo llevó a la celeste y blanca Puma como jugador y entrenador. 
Nacido en 1956 por la unión de un grupo de veteranos y jóvenes, en su mayoría provenientes del Jockey de Rosario, Duendes nunca se movió de Las Delicias, una humilde zona del nordeste de la ciudad, donde abundaban las plantaciones de verdura. De ahí su apodo: Los Verduleros. El nombre respondió al espíritu inquieto, pícaro y bravo de los duendes; el emblema, al Fantasma Benito, tras una noche de tormenta, y los colores, al césped (verde), a la tierra (negro) y a los postes (blanco). 
A los cuatro años de su fundación, Duendes logró el campeonato de Rosario, y en 1963 consiguió su primer gran impacto al convertirse en el primer equipo fuera de Buenos Aires en ganar el Seven de la UAR. Lo repitió en el 65, ganándole la final a su tradicional rival, Atlético del Rosario, con un try en la última pelota de José Luis Imhoff. Esas actuaciones alcanzaron al seleccionado que en 1965 se transformó en los Pumas tras la gira por Sudáfrica. Tres jugadores de Duendes integraron esa delegación: Imhoff, Juan Benzi y Eduardo España. "Nosotros les decimos a los de Atlético del Rosario que ellos fundaron la UAR, pero que nosotros fundamos los Pumas, así que en eso estamos empatados", agrega, entre risas, Imhoff, uno de cuyos hijos, Juan, es el tryman de la primera. 
En 2009, Duendes logró la triple corona: campeón del Regional, del Interior y del Nacional. Ahora, luego de perder en la semifinal del Nacional con Cardenales de Tucumán (única derrota en un año y medio), los rosarinos vuelven a hacerse fuertes con su juego histórico. Pero como bien señala Imhoff, "a esto se llegó después de mucho esfuerzo, cuando las cosas no se daban". Y con el ADN de un club de rugby. 

Cuando el color de la camiseta no importa - Por Santos David Revol



Ya hace un tiempo que trabajo como médico en las cancha de rugby. Ahí trato de ser “neutral” sin fijarme en los colores de las camisetas para hacer mi trabajo de la mejor manera posible.
Dentro de la cancha hay 30 jugadores (entre propios y extraños) y un árbitro con posibilidades de producirse alguna lesión, la misma que puede ser de muy variada magnitud.
Ante una lesión, o cuando un jugador queda tirado en el césped, entro a la cancha y corro lo más rápido posible sin importarme si ése jugador es de mi equipo o del rival. Uno entra a asistir y ayudar a esa persona lastimado aunque la intervención médica sea mínima.
Me ha tocado participar en numerosas situaciones y, en esos momentos no hay colores de camisetas, solamente hay una persona lesionada (generalmente con dolor) que necesita mi ayuda.
En las tribunas la pasión por los colores se vive de otra forma, y ahí se dicen muchas cosas. Me pasó en una oportunidad que mientras asistía a un jugador del equipo rival escuche que alguien grito desde la tribuna: “mirale el color de la camiseta”… era una herida que sangraba y la sangre cambia el color de la camiseta unificando los diferentes colores.
Cuando hay sangre, cuando hay dolor… EL COLOR DE LA CAMISETA no importa y mucho menos el resultado del partido.