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lunes, 6 de diciembre de 2010

George Gregan: Punto final a su exitosa carrera

El ex medio scrum del seleccionado de Australia dejará la actividad de manera definitva al final de la temporada. Actualmente se encuentra jugando en el rugby de Japón.





A los 37 años de edad, el jugador que más partidos ha jugado en la historia del rugby, tomó la determinación de retirarse luego de haber pasado los últimos dos años jugando para el Suntory Sungoliath en Japón.

Gregan ganó la Copa del Mundo de Rugby, el Tres Naciones y el Super 12 con losWallabies y los ACT Brumbies, llegando a disputar 139 partidos internacionales con su seleccionado.

"Creo que es momento de decir que mi carrera se terminó. Claro que la mejor forma de hacerlo es ganando los últimos dos campeonatos que tenemos por delante" señaló Gregan.

"Me a probar suerte en cosas que están fuera del rugby en las que he estado trabajando durante los últimos años" aseguró. Gregan se sumó al rugby de Japónluego de que su ex entrenador en los Wallabies, Eddie Jones, le acercara la propuesta tras haber pasado un año en Francia con Toulon.

Las historias que yo cuento - Lunes - Por Marcelo Mariosa Fuente: Tirasaca



Lunes.
Me despierto y me levanto de la cama. Me duele la espalda. Me dirijo al baño, y apenas me veo entre los ojos entrecerrados por la modorra y las pocas ganas de salir para el trabajo. Apenas puedo agacharme para atarme los cordones de los zapatos y arrugo el cuello para que el botón se meta en ese agujero extraño que hace de ojal.

Me queda el desayuno apurado, el viaje hasta la oficina, diversas reuniones, quilombos, corridas y caras largas. Los días siguientes se parecen. Uno tras otro. Pero el Domingo ... el domingo tenemos partido, entonces me levanto mas o menos temprano, solo, sin despertador, me siento revitalizado, hasta joven diría yo, voy a la panadería, vuelvo, le hago el desayuno a la familia, y empiezo a armar el bolso con alegría, y hasta con un poco de nervios, como cuando jugaba "por los puntos".

Mi mujer no entiende lo que pasa por mi cabeza. Los chicos mucho menos. Se vienen imágenes de hace años, cuando nos juntábamos en un bar o en la puerta del club, para ir a jugar de visitantes. Antes, cuando sólo se cambiaban quince para jugar, los amigos acompañaban y los "suplentes" no se cambiaban, así que si alguno "mancaba" seguíamos con catorce. Me acuerdo de mis viejos zapatos de rugby, unos Adidas de punta cuadrada y media caña, que me hacían doler y entonces, para ablandarlos, los usaba en casa cuando tenía que estudiar. Me acuerdo del primer try, una alegría que me dura hasta hoy, aunque haya sido un try "raro".

Yo tenía edad de quinta y jugaba en mi división y en la reserva "B" que no juntaba la gente, y en un penal en 25 yardas contrarias(ahora sería en metros), el apertura, lejos de jugar con la cabeza, jugó rápido y la puso arriba, a cargar, y los contrarios la recibieron en la yarda 1 afuera de su propio in goal, y yo, que corría hasta a los pajaritos que andaban por ahí, llegué primero, reboté contra los tres gordos enormes que habían armado un maul, con tanta fortuna que se hizo un espacio entre las caderas avasallantes de esos muchachos, por donde pasé mis brazos para sacar tiernamente la pelota, girar sobre mí mismo, y ante los gritos de los muchachos que llegaban, me dejé caer torpemente sobre un costado, ya sobre la línea de try.

Aparecen miles de fotos, de giras, de comentarios, de entrenadores hablando, de amigos charlando, de lugares visitados, de frías noche cuando la helada caía y nosotros corríamos como locos. Siento como que vuelvo a tener 20 años y me subo a mi viejo (recién comprado) Citroën, prender la radio y enfilar para el Club, pensando en lo que iba a pasar. Pucha, no encuentro ni un solo recuerdo triste. Qué bueno eso. El bolso ya está hecho y la familia esta lista, porque acompaña a una tarde de sol con el "viejo".

Pero yo estoy mitad ahí y mitad en mi regreso a una pasada juventud, me siento entero, jovial, fuerte. No salí de casa y ya huelo el típico olor a aceite verde, repaso que tengo las vendas y las otras porquerías que me pongo por las dudas, porque dolores sobran. Salimos rumbo al club, ya no en el viejo Citroën sino en un auto nuevo, grande, pero yo soy el mismo.

Soy aquél, pero ahora. Llegamos al club y los amigos de siempre, de toda la vida, algunos que eran un poco más grandes, otros que eran un poco más chicos, ahora todos juntos como en una camada de 10 años en uno sólo. Mis hijos corretean por ahí, mi mujer que se cruza con las otras "chicas" y yo, que entre decenas de saludos a los viejos amigos, pongo proa al vestuario, como siempre, a hacer mi propio proceso, pero ahora más tranquilo, más relajado. Se viene un nuevo partido de veteranos.

Qué suerte que podemos seguir estando, y seguir jugando rugby con los amigos, con la familia al lado, todos juntos como una gran familia. Ya casi estoy listo, me ato los cordones y salgo. Me agacho, me ato sin problemas, no me duele nada ... será que mi cabeza y mi cuerpo están preparándose para hacerme feliz.