Durante mi época como jugador de Pucará tuve la suerte de participar de dos giras a Europa, en 1974 y 1979. Recuerdo la primera con mucho cariño porque fue el primer viaje transatlántico para casi todos los miembros de la delegación y porque pudimos medirnos de igual a igual con los mejores equipos de Gales de ese momento. El vivir cada día pensando sólo en rugby tuvo mucho que ver. Luego fui parte de una gira a Papeete y Nueva Zelandia como entrenador de un equipo Sub 23 de mi Club, hasta que en 1983, ya dedicado full time al periodismo viajé a Australia acompañando la gira de Los Pumas. Fuimos sólo dos periodistas: Nicanor González del Solar, que viajó para El Gráfico y yo que lo hice para Radio Rivadavia y el diario Tiempo Argentino.
Nunca había convivido con dirigentes, técnicos y jugadores de distintas procedencias por lo que viajé pensando que si bien mi trayectoria me habilitaba como "hombre de rugby", mi función de "criticador" podía ser un inconveniente. Llegué a Sydney el mismo día del primer partido contra New South Wales.
Los Pumas ganaron bien y de allí partimos hacia Canberra donde nos esperaba ACT, un equipo sin antecedentes que nos pegó una paliza con una brillante actuación de una figura que recién aparecía en el cielo del gran rugby: David Campese. Esa noche descubrí la gran capacidad de "Michingo" O'Reilly en el manejo de grupos. La caída había sido dura, pero así como después del triunfo contra NSW mandó "champagne para todos", repitió la fórmula y la derrota se diluyó enseguida.
La siguiente etapa fue Brisbane. Allí, en la capital de Queensland nos esperaban los fabulosos Wallabies de Mark Ella, Brendan Moon, Michael Lynagh, Roger Gould y David Campese. Y fue allí que viví mi primer gran alegría como periodista viendo al equipo nacional ganarle por primera vez en su casa a una potencia extranjera. En el Ballymore Stadium Los Pumas fueron un EQUIPO con mayúscula. A la sapiencia y conducción del capitán Hugo Porta se le sumaron un Bernardo Miguens que, reemplazando a Martín Sansot, marcó el camino del tackle a sus compañeros de línea: Rafael Madero, el "Tano" Loffreda, Marcelo Campo y "Josi" Palma. El scrum fue fundamental para "meter" a los wallabies en su mitad de cancha. Guiados por Alfredo Soares Gache, un medioscrum que sabía como hacer ir para adelante a los forwards, le propinaron al equipo australiano el primer try scrum en contra de su historia. La primera línea era muy sólida con el "Topo" Rodríguez, "Perica" Courreges y Serafín Dengra. El "Chapa" Branca y Gustavo Milano formaban la segunda línea, y Tomás Petersen (autor del otro try), el "Gurí" Minguez y Ernesto Ure la tercera línea. Precisamente el "Flaco" Ure fue el gran ganador de la cola del line, desde donde se iniciaron ataques profundos de Petersen y Dengra. El 18 a 3 se completó con las dos conversiones, un penal y un drop de Hugo Porta.
A partir de la pitada final del galés Clive Norling todo fue fiesta para los argentinos en Australia. Muchos residentes que se habían acercado al equipo a pesar de no tener ni noción de nuestro deporte festejaron como si hubiéramos goleado a Brasil en la final del mundial de fútbol. El tercer tiempo fue interminable: comenzó en el estadio y culminó en una gran fiesta en la casa del fullback australiano Roger Gould, donde nuestros rivales asumieron la derrota y compartieron nuestra alegría. Una dama australiana que había visto el partido por televisión recorrió 100 kilómetros para llevarse "al único pilar rubio que vi en mi vida". Sí, al hoy "circense" Serafín Dengra.
Con el tiempo tuve la suerte de ver otros triunfos de Los Pumas pero nunca voy a olvidarme de la emoción que me transmitió ese equipo, ese día y en toda esa gira.
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