Logo Chamigos

Logo Chamigos

jueves, 6 de enero de 2011

Un Cuento de Verano (Historias) - Por Marcelo Weitzman

Eran los tiempos de los jeans ajustados, las camisas tipo escocesas, los mocasines, el cuenta ganados.
Iba al colegio y un grupo de amigos, Roberto, Guillermo, me dijeron si quería jugar al Rugby.
Era el primer año del colegio, no era un alumno brillante, y era el comienzo del proceso 1976.
Había que entrar a las 7:45 de la mañana hasta las 8:00, después de esa hora cerraban la puerta y la volvía a abrir a las 8:30, y ya tenías media falta, aunque llegues a las 8 y un minuto.
Usábamos, obligatoriamente el blazer azul, pantalón gris, zapatos, corbata azul y el cabello no más del cuello de la camisa.
Cada preceptor nos revisaba exhaustivamente el cabello , después nos formábamos en filas de a dos en el patio del colegio, dos alumnos de 5 año izaban la bandera y un antiguo disco de pasta , con un viejo megáfono de chapa , reproducía “Alta en el Cielo” en una versión monótona y aburrida con un coro y una orquesta, El “Chacho” Peñaloza , un gordo canoso , jefe de preceptores, nos miraba uno por uno y le limpiaba el blazer a un hijo de Martínez de Hoz, que iba al colegio con nosotros.
Terminaban las clases tipo 13.00hs y ahí en la calle “Libertad”, y juncal nos íbamos a lo de “Manolo” a comer un sandwitch de Mila ó salame y queso.
Roberto me avisó que el jueves empezaban los entrenamientos a las 6 de la tarde en el Velódromo.
El jueves me levanté de dormir la siesta, después de ver la tele un poco, “El Hombre del Rifle” con Chuck Connors, me puse el short blanco, las medias rojas y un buzo azul y me tomé el 67 para ir a entrenar.
Ahí nos esperaban nuestros tres entrenadores, el “Flaco” Gallo, un ex CUBA ó por lo menos tenía una camiseta de ese club, “Guasho” el pilar de la primera y El Inglés Young, wing de la primera, estaban mis compañeros, todos me saludaron con un apretón de mano, empezamos a correr, más allá estaba Guillermo que entrenaba con la “Sexta” M 14 de hoy, esos eran los chicos que admirábamos.
El flaco Gallo llevaba una petaca de gin y cada tanto se daba un saque, pero era re buena onda con nosotros , era bastante cheto, pero siempre hacía chistes, cumplía la función de divertirnos y de aflojarnos , más social.
Siempre se cambiaba la gorrita que vestía para esconder su incipiente pelada a veces la tipo “Piluso” o la típica inglesa de recuadros y con un pompón, todo le quedaba bien, ya que era un dandy.
En ese club se respiraba mucha libertad.
En Marzo organizamos un “asalto” con las chicas del colegio Nacional Buenos Aires, muchas jugaban al Hockey en el club.
La fiesta fue en la casa de Gonzalo que tenía una casa de fin de semana en Beccar, donde vivían sus hermanos mayores, Roberto fue el “DJ” yo hice la iluminación, especialidad de la casa, y me conseguí una filmadora S8 para hacer algunas tomas.
La fiesta empezó con el tema “Music” del disco Rebel de Jhon Miles, las luces de colores, todos los chicos con jeans ajustados y sueters escote en “V” y las chicas con polleras cortas ó mini shorts, botas de caña alta, pelo lacio o colitas, y alguna camisola o camisa blanca abierta , dejando traslucir sus bellezas , sino usaban botas usaban zapatos y medias altas blancas.
Miraba a una de las chicas, que me gustaba, pero no me animaba a acercarme.
Los más zarpados se chapaban a varias minitas , como Roberto , mi amigo o las chicas mas zarpadas , se chapaban a varios pibes, y eran las “rápidas” que todos queríamos conocer.
Me acerque a la chica que me gustaba, le sonreí y le hice un gesto con la mano, para que viniese a bailar.
Justo Robertito que me vió puso “Hold the line” de Toto, un tema de moda, donde había un pasito, que me salía muy bien.
Nos reímos mucho haciendo el paso y ahí le pregunté cómo se llamaba.
Era Lucía, era una morocha hermosa, jugaba en otro club en GEBA, pero era amiga de las chicas de mi club.
Después de un par de temas divertidos, Roberto, el DJ, mi amigo, jaja, puso “Escaleras al cielo” de Led  Zeppeling, el mejor lento de todos los tiempos y ahí di mi primer beso, y sentí toda esa emoción, y sentir su pecho junto al mío.
Después ese domingo jugamos un amistoso con CUBA, y ganamos, mi amigo Roberto fue el capitán, festejamos mucho y a la tarde me iba a encontrar con Lucía, me sentía muy feliz.

Nueva Zelanda 2011 - El año del Mundial - Por: Frankie Deges


Doscientos cuarenta y ocho días. Y algunas horas. Es lo que falta para que, encolumnados detrás de una bandera argentina y siguiendo el ritmo que marque su capitán, Los Pumas salgan por el túnel del Christchurch Stadium de la bonita ciudad de Christchurch. A su lado, siguiendo la misma configuración, estará saliendo Inglaterra. Arrancará para ambos equipos Rugby World Cup 2011.
Desde que en 1985 dos visionarios dirigentes (un australiano y un neozelandés) lograron convencer a sus colegas mas conservadores de que era fundamental para el rugby tener una contienda mundial, el cambio de este deporte ha sido a una velocidad impresionante, más si se tiene en cuenta lo estático que había estado por un siglo.
Así fue que en este mismo país, pero un poco mas al norte, en Hamilton, en mayo de 1987, Hugo Porta encabezó al seleccionado en su debut mundialista. Fue en esta misma ciudad de Christchurch, que Los Pumas ganaron su primer partido mundialista contra Italia.
Pasaron 24 años, seis mundiales, miles de historias, tristezas y alegrías para el seleccionado nacional. Se podría decir que hubo más de lo primero que de lo segundo – tanto que se ganó sólo uno de los primeros diez partidos mundialistas (ver recuadro)- aunque el último Mundial, el de Francia 2007, es un hito saliente del rugby nacional y porqué no del rugby internacional.
Repetir lo de Francia, una utopía
Pensar que Los Pumas en Nueva Zelanda podrán repetir el tercer puesto que se logró cuatro años antes es utópico. Se puede con prenderse nuevamente en una semifinal. El deporte permite siempre un grado de optimismo. La realidad, hoy, indica otra cosa.
“Mucho por mejorar, mucho por trabajar”, decía Santiago Phelan, el entrenador argentino, al terminar la última gira europea de magra actuación Puma.
Los Pumas deben mejorar cualitativamente en los próximos ocho meses para llegar bien preparados a los cuatro partidos que conforman el Grupo B, del que Argentina es el primer preclasificado.
Esto, gracias a su mejor ranking al momento del sorteo, le permite a Los Pumas jugar siempre en fin de semana y con buen tiempo para la recuperación. Las fechas (ver recuadro) permiten que el equipo titular esté bien descansado para cada uno de los compromisos, aunque requerirá de un plantel sólido ya que habrá quienes tal vez jueguen pocos minutos, o ninguno. Inglaterra está en una curva ascendente en su performance y la prensa inglesa, siempre rápida para elevar a su equipo, habla de que estarán más que listos para el Mundial. Rumania clasificó último aunque no por eso será sencillo. Al igual que contra Georgia, son partido que Argentina tiene que ganar por historia, presencia y actualidad.
Lo que deja al partido contra Escocia como el clave para lograr el pasaje a cuartos de final. Andy Robinson fue echado de su cargo como coach inglés al caer contra Argentina en 2006. Ya se vengó, a cargo de Escocia, con la serie que ganó en junio del 2010 en Argentina. Buscará el golpe de gracia en Christchurch.
Ese partido quizás sea el más importante de la era Phelan. El que deje la impronta del entrenador. El que permita que los que dudaron -como el New Zealand Herald que directamente dijo que Argentina no tiene chances- sepan que se equivocaron. Ochenta minutos que pueden definir mucho del futuro argentino.
Pensacola, próximo destino
Todavía no se anunció el calendario completo de acá al Mundial, pero sí incluye la parada en Pensacola, al noroeste de la Florida, donde en Athlete’s Performance, Los Pumas buscarán su mejor estado atlético.
Muchos dijeron en 2007 que ese viaje los marcó como grupo, como equipo y como individuos. Encontraron límites que desconocían. Se confirmó un apetito por el éxito. Más allá de la excelencia física que hoy requiere un Mundial, ojalá Pensacola marque lo mismo para estos Pumas 2011.
Es el año del Mundial. Uno más. Pero que a partir de lo que fue el anterior predispone distinto a Los Pumas.
No son los mismos que en 2007 y por eso hay que evitar la comparación. Pero el piso del seleccionado argentino está elevado. Y eso es clave. El futuro marca la necesidad de unos Pumas competitivos. El futuro es hoy.
La Copa en casa. El trofeo Webb Ellis ya se encuentra en Nueva Zelanda, sede del Mundial.