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domingo, 24 de octubre de 2010

El dialogo interno del Jugador como estrategia y herramienta


Al igual que en otros momentos de la vida, el deportista mantiene un verdadero diálogo interno durante la práctica y también en el momento de la competencia. Este diálogo, lo que el deportista se dice a sí mismo con palabras internas, puede ser negativo o positivo. ¿Se puede utilizar el diálogo interno como una verdadera intervención destinada a mejorar el rendimiento?

Algunos autores, como por ejemplo, Fox, sostienen que el diálogo interno positivo puede diseñarse para ser utilizado en lograr una mejora en el rendimiento deportivo. Entonces nos encontramos frente a una herramienta sencilla y que puede practicarse por todos los jugadores de rugby, profesionales o no, que nos permite diseñar una estrategia de afrontamiento positivo en el momento en que el jugador debe superar algunos obstáculos que no tienen que ver en forma directa e inminente con la situación de juego.

Los objetivos, cuando diseñamos estas herramientas, es permitirle al jugador superar sus propias ansiedades, aumentar la autoconfianza y mejorar su propia técnica. El diálogo interno es un hecho psicológico absolutamente particular de cada jugador, e incluso muy raramente el jugador o jugadora lo comparta con otras personas. Incluso, hay casos donde el propio diálogo interno le pasa desapercibido al jugador o lo olvida al salir de la cancha. Pero muchas veces es necesario ponernos a trabajar con este diálogo propio y particular, ya que si se trata de frases negativas que el jugador se dice constantemente a si mismo, puede profundizar el bajo rendimiento, desmotivarlo y aumentar la ansiedad.

La definición de diálogo interno (según Fox, Hardy, Gammage y Hall) es: el diálogo personal manifiesto o no, en el que el deportista interpreta los sentimientos, percepciones y convicciones y se proporciona a sí mismo instrucciones y reafirmaciones. Cuando los psicólogos trabajamos con el diálogo interno de un jugador indagamos factores para definir el dónde, cómo, cuándo y por qué de dicho diálogo.

Lo más importante, más allá de las investigaciones y las teorías al respecto, es que el diálogo interno es una técnica efectiva para controlar los pensamientos e influir en las sensaciones del jugador o jugadora durante el entrenamiento y durante la competencia. Los pensamientos y las sensaciones que el jugador o jugadora generan pueden influir en la confianza en sí mismo y, en consecuencia, en su performance. La selección que se realice de las palabras a utilizar debe ser muy cuidadosamente preparada entre el jugador y el psicólogo, dado que cada palabra puede ser un disparador positivo, pero también negativo. Eso requiere de un conocimiento profundo del jugador, para poder realizar una selección de frases que tengan un efecto verdaderamente positivos. Cuando el diálogo interno se utiliza como una herramienta, no debe ser fruto de una mera improvisación.

Ya sea detectando los diálogos internos negativos que obstaculizan el mejor desenvolvimiento, ya sea diseñando el diálogo interno como herramienta para mejorar el rendimiento, lo cierto es que esta es una de las tantas estrategias de las cuales disponemos para ayudar a nuestros deportistas.

Como vamos a ir viendo en sucesivas notas, las técnicas son muchas, y no sólo colectivas y destinadas al equipo como una totalidad, sino también individuales.

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