Atentos, Pumas. Mañana comienza una nueva edición del Seis Naciones, el torneo de selecciones más antiguo del rugby, y será una excelente ocasión para analizar, fundamentalmente, a los dos pesos pesados que tendrán los argentinos en su ruta hacia los cuartos de final de la Copa del Mundo de Nueva Zelanda: Inglaterra y Escocia. Se trata de la última gran prueba de los europeos, que al igual que los tres gigantes del Hemiferio Sur, poseen, a diferencia de los Pumas, la enorme ventaja de medirse anualmente, más allá de las ventanas que habilita el IRB, ausentes en 2011.
Por eso, al margen de todo lo que significa un torneo que comenzó a jugarse en 1883, este Seis Naciones tiene la impronta de ser el gran acontecimiento previo a la Copa del Mundo. Y allí es donde apuntarán todos los equipos; a la puesta a punto con vistas a Nueva Zelanda. Inglaterra, el más ganador, será precisamente el encargado de abrir el juego mañana (a las 16.45 hora argentina, con televisación en directo de ESPN +) visitando a Gales en el Millennium de Cardiff.
El sábado será el turno del debut para el otro rival de los Pumas en el Mundial. Escocia irá hasta el Stade de France de París para enfrentar a Francia, último campeón con Grand Slam incluido. Y completarán, ese mismo día, Italia e Irlanda, en el Flaminio de Roma.
El Seis Naciones 2011 llega con un síndrome al que todos los seleccionados deberán estar atentos en el camino hacia Nueva Zelanda: las lesiones. Decenas de lastimados, producto de la intensidad a veces sobrenatural que suele mostrar el rugby profesional de estos tiempos, han mermado a la enorme mayoría de los planteles. Por eso, habrá varias caras nuevas que buscarán ganarse un boleto al Mundial.
Otro dato de análisis a tener en cuenta es qué va a mostrar y qué va a guardar cada uno de los poderosos. ¿Se verá un rugby más táctico, al estilo europeo, u otro más dinámico, como el que hacen prevalecer los All Blacks, Wallabies y Springboks? Lo cierto es que la Copa del Mundo está muy cerca y quizá no haya más tiempo para reformular sistemas.
Inglaterra, rival de los Pumas en el debut del Mundial el 10 de septiembre, es candidato a la corona, como siempre. Desde que asumió Martin Johnson en 2008, está buscando su identidad con una falta de regularidad que seguramente encuentre a la hora del Mundial. Sus altibajos quedaron evidenciados en la serie de noviembre, cuando los de la Rosa superaron a los Wallabies, le jugaron de igual a igual a los All Blacks y perdieron con claridad ante los Springboks.
Con Escocia, que se verá las caras con los argentinos el 25 de septiembre, pasa lo mismo. En noviembre les quitó la posibilidad del Grand Slam a los sudafricanos, pero cayó por goleada con los neocelandeses. Su entrenador, el inglés Andy Robinson, que para este Seis Naciones subió a varios debutantes, fijó un objetivo: repetir el nivel de los triunfos ante los Pumas, en junio.
Salvo Italia, el título puede ser para cualquiera. Es un torneo maravilloso, esta vez con un aperitivo especial. Para mirarlo con ojos argentinos, aunque sea desde afuera.
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