Este fin de semana arrancará en Europa la ventana que habilita la IRB para que se enfrenten las potencias del Norte y del Sur, que será la última antes de la Copa del Mundo en Nueva Zelanda, pues en 2011 se eliminará la de junio por ser año de Mundial. Tres duelos de alto impacto se jugarán pasado mañana: Inglaterra vs. All Blacks, en Twickenham; Gales vs.Wallabies, en el Millennium de Cardiff, e Irlanda vs. Springboks, en el flamante Aviva Stadium de Dublin. Los Pumas también formarán parte de esta serie premundial, aunque comenzarán una semana más tarde, cuando se enfrenten a Italia, en Verona.
La ventana de noviembre suele ser la gran oportunidad para que los grandes de Europa se lleven algún triunfo ante los gigantes del Sur. Ocurre que los equipos que juegan el Seis Naciones están en plena temporada, mientras que los del Tres Naciones llegan pidiendo vacaciones. Y, además, la localía siempre pesa.
Pero hay otros elementos de análisis que estarán en juego y que tienen que ver, esencialmente, con los estilos que se llevan adelante en ambos hemisferios del planeta del rugby. Concretamente, con lo que se vio en el último 3 Naciones ganado por los All Blacks y con el reciente test que en Hong Kong disputaron neozelandeses y australianos.
El IRB acaba de entregar un informe pormenorizado del rugby que propusieron los All Blacks y los Wallabies y, en menor medida, los Springboks. Son números que evidencian un juego que parece otro deporte, con la pelota viva durante los 80 minutos y con festivales de fases consecutivas y pases de un lado al otro de la cancha. Por ejemplo, en el 3N 2010 los tres equipos marcaron más tries que en 2009, y el promedio de kicks descendió del 23 al 11% por partido. El número de rucks aumentó un 40%, y el de los pases, un 35%. Y en cuanto a la puntuación, se anotó un penal por cada try, mientras que el año pasado esa cifra fue de 2.5 cada uno.
¿Será ése el rugby del futuro? Al menos es el que pretenden imponer los socios de la Sanzar, y el que, al parecer, más entusiasma a la IRB, que en su búsqueda de captar más dinero y nuevos mercados pugna por un juego menos estático y más cercano al que necesita de superhombres. Es una puja, la del Norte-Sur, que va incluso más allá del juego.
Este escenario deja a los Pumas, una vez más, en una situación complicada. Porque por idiosincrasia y por tener a la enorme mayoría de sus titulares jugando en los clubes de Europa, el juego argentino se adapta más al del Norte, pero a partir de 2012 tendrá que competir en las grandes ligas que componen neozelandeses, australianos y sudafricanos. Por eso, este mes que se viene a puro rugby de altísimo nivel es una ventana que hay que mirarla bastante más allá de los típicos enfrentamientos de noviembre. Porque será el último gran test antes del Mundial y porque, seguramente, marcará tendencia.
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