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lunes, 28 de marzo de 2011

El difícil objetivo de convertirse en alternativa de Carter

Graham Henry, el entrenador del seleccionado neozelandés de rugby, se planteó para este semestre encontrar un sustituto para el apertura. La meta parece ser difícil ya que aún duda.

El head coach esperaba tener a esta altura del año, mucho antes del inicio del Tres Naciones primero y obviamente de la Copa Mundial, un jugador que desde el banco de suplentes respaldara al goleador y figura de su equipo pero la consigna aún no ha encontrado una respuesta.


Stephen Donald, quién se perfilaba para ser la principal alternativa en el puesto de Nº 10 en los All Blacks, está lesionado en su espalda y no existe fecha concreta para su regreso. En tanto que Aaron Cruden, otra de las alternativas, sufrió demasiado en su debut en el pasado Tri Nations y actualmente perdió la continuidad en los Hurricanes donde no jugó los últimos dos encuentros.


Otro de los candidatos es Colin Slade, sobre quién muchos consideran tiene unacalma y madurez en su juego que podría permitir sea el apertura de los kiwis por mucho tiempo en el futuro, pero también está lesionado con una fractura de mandíbula.

Así el panorama Graham Henry reconoció no encuentra un candidato sobresaliente por sobre el resto: “La elección para el puesto en la actualidad está muy difícil. No creo que nadie en este momento se anime a pensar que será elegido”.


"Tenemos tres meses aproximadamente para tomar esa decisión y tenemos la mente abierta al respecto. Estamos viendo jugar cuanto sea posible a todos los potenciales candidatos y recién en julio tomaremos una decisión", afirmó.


La polémica está instalada en Nueva Zelanda y son varios los que piensan en que Nick Evans, de los Harlequins de la Premiership inglesa, debería ser tenido en cuenta para cubrir la vacante. Aunque la política de reclutamiento de la NZRU prohíba que los jugadores que lo hacen fuera del país sean contemplados.


"En lo que a nosotros respecta Nick no está disponible" explicó Henry quién no dudó luego en afirmar que obviamente “nos gustaría poder tenerlo en cuenta, pero la política de no seleccionar jugadores que juegan en el extranjero existe y actualmente el juega en el extranjero. Si Nick regresa y acuerda un contrato con la New Zealand Rugby Union que indique el jugando en el país luego de la RWC seguramente será considerado".




Dunedin y Wellington serían los nuevos destinos de Los Pumas

Según reportes de la prensa neocelandesa, los encuentros ante Inglaterra y Escocia que deberá jugar el seleccionado argentino en la RWC están muy cerca de ser reubicados en nuevas sedes.

Tras el terremoto que devastó gran parte de la ciudad de Christchurch, laInternational Rugby Board decidió por cuestiones organizativas y de seguridad, que los partidos que debían disputarse en el AMI Stadium de esa localidad fueran trasladados a otras sedes.

La primera medida tomada fue el cambio de los encuentros de cuartos de final programados en un primer momento de Christchurch al Eden Park de Auckland. Sin embargo los juegos de primera fase aún no tienen locación asegurada.

Las opciones que se manejan de manera concreta hasta el momento, es que Los Pumas e Inglaterra se midan en el Forsyth Barr Stadium de Dunedin, próximo a finalizar sus obras de remodelación. El nuevo estadio de la región tendrá una capacidad de 30.000 asientos disponibles.




Mientras tanto, la opción más firme que se baraja para el choque entre Los Pumas y Escocia es Wellington, en la Isla Norte. El Wellington Regional Stadium, construido en 1999, tiene un aforo para 36.000 espectadores. Aquí se jugarán, además, dos partidos de cuartos de final.


domingo, 27 de marzo de 2011

El Rugby hecho lectura

Sebastián Perasso escribió ya tres libros, dedicados al juego, a las estadísticas y a la historia del rugby.


Nombrar su apellido es decir San Isidro Club. El rugby mismo del conjunto de La Zanja lo llevó a volcar en el papel la pasión que su padre le inculcó desde la cuna. Sebastián Perasso, el hombre de la tinta, que le presentó a TERCER TIEMPO NOA sus ediciones de Rugby Didáctico. Un libro que ya está en manos de algunos tucumanos. Los que apuntan a través de la lectura a llenarse de valores y llevarlos a sus dirigidos. Aquí esta la vida y obra de un escritor del rugby.
-¿Como fueron tus inicios en el SIC?
-Por una cuestión de herencia familiar comencé a jugar a los 5 años. Era una época muy especial porque en realidad no me gustaba mucho pero era más fuerte la tradición familiar.
En mis épocas de infantiles mi tío Ernesto me entrenaba, y jugaba junto con mi hermano mellizo Emilio y mi primo Ernesto, así que todo quedaba en familia.
A los 12 o 13 años, en etapa de quinta división, junto con mi hermano dejamos de jugar porque no nos sentíamos muy atraídos. Eramos muy chiquitos de tamaño y no nos divertíamos.
Al año siguiente mi papá Emilio, nos dice: Este año se formó un equipo para los que recién están empezando ¿no quieren ir? Dudamos al principio pero luego aceptamos. Así empezamos nuevamente a jugar y en mi caso no dejé de jugar hasta mi retiro en el 2001.

-¿Cuales fueron los roles como dirigente de Don Emilio?
-Presiento que a mi padre no le gusta mucho la palabra dirigente, creo que el siempre se  sintió mas cómodo con la palabra colaborador, porque de hecho es lo que ha sido siempre. Desde que comenzó a entrenar la Primera del SIC allá por el año 70 y durante 15 años y luego el seleccionado de Buenos Aires y Los Pumas, siempre se ha sentido una persona que ayudaba o colaboraba para el disfrute de los jugadores al mismo tiempo que él disfrutaba del juego.
Sintéticamente, entrenó la primera del SIC 15 años, entrenó Los Pumas junto al Veco Villegas y el Seleccionado de Buenos Aires, es  parte integrante de la Comisión Directiva del SIC y la subcomisión de rugby durante los últimos 20 o 30 años y fue Presidente de la UAR entre otras cosas. Pero vuelvo al principio, porque más allá de cargos o puestos siempre se sintió un colaborador del juego.

-¿Cómo nace tu libro, Rugby Didáctico?
-Rugby Didáctico surge en 2007. Con mi primer libro pero se fue gestando mucho antes por una combinación entre mi amor por el rugby y mi cariño innato por la escritura.
Siempre me ha gustado escribir y esta necesidad interna combinada con mi pasión por el juego se fue materializando en distintos libros de rugby.

-¿Cuánto influyó tu padre en tu libro?
-Ha influido de manera indirecta pero en forma muy marcada. Siempre digo que yo estoy en una situación de absoluto privilegio, rodeado desde muy chico, no solo en el club sin también en mi casa, de verdaderos estudiosos del juego. Como es el caso de mi padre pero también del Veco Villegas, el Negro Iglesias y el Tano Loffreda, entre otros. Y desde ese lugar de privilegio he tratado de transmitir aquello que me enseñaron.
Si he tenido algún merito, ese ha sido el de saber escucharlos.
Por eso, más allá de que él no me ha impulsado a escribir, tengo claro que aquello que escribo es fruto y producto de todo lo que me ha transmitido. De su forma de actuar, de su manera de hacer las cosas, de sus conocimientos sobre el juego pero también de su capacidad para inculcar valores en la persona .Tener al lado a un estudioso y fanático del juego como pocos, es contar con una ayuda incondicional a mi lado.

-¿Cuál es tu experiencia como entrenador?
-Como jugador he jugado 11 años en el plantel superior. He transitado todos los puestos de la línea de tres cuartos, sobre todo centro y full back.
He tenido el privilegio de jugar algunos partidos en primera, pero por sobre todo de disfrutar el hecho de compartir un equipo con enormes jugadores. Haberlos tenido tan cerca me hace sentir un privilegiado.
Cuando dejé de jugar comencé a entrenar. Colaboré con el plantel superior y fui dos años el Head Coach de la Menores de 22 del club.
En 2007, cuando comencé a escribir, tome la decisión de colaborar en forma part time porque hacerse cargo de un grupo implicaba un tiempo y una dedicación que no tenía. De manera que al día de hoy solo colaboro en forma espaciada cuando puntualmente alguien me invita a preparar alguna práctica.  En los últimos años, me invitan de otros clubes, sobre todo del interior, a dar alguna charla y preparar alguna práctica.

-¿A que apuntan tus libros en su diferentes tomos?
-El primero es una guía para los jugadores pero también para los entrenadores, en donde trato de establecer los objetivos del juego y las formas de alcanzarlo. Trato de simplificar un deporte tan complejo como el rugby como presupuesto para que sea aprendido más fácilmente. Trata sobre aspectos técnicos, tácticos y mentales.
El segundo es un manual para el entrenador a fin de ayudarlos en su tarea de entrenar. Abordo la planificación de las prácticas, el esquema básico de una práctica, los estilos de enseñanza, la filosofía que debe tener un entrenador y las distintas facetas que implica entrenar (organizador, comunicador, educador, constructor de relaciones y desarrollador de jugadores).
En el tercero trato de volcar de manera sintetizada toda la historia del rugby mundial y argentino, trazando un diagnostico de los mundiales en lo que respecta a la evolución del juego.
En el cuarto libro, que esta próximo a editarse, pretendo ir a la esencia del juego que no es otra que su espíritu y su filosofía.

-¿Cuál es el objetivo con respecto a sus mensajes?
-Como hombre de rugby mi propósito es hacer un aporte al juego, a los jugadores y a los entrenadores.
Pero además hay un mensaje a toda la familia del rugby que va más allá de lo estrictamente deportivo. Trato de inculcar que  como entrenadores tenemos en el rugby una herramienta inigualable que bien utilizada esta en condiciones de cambiar la vida de la gente. En ese sentido siempre debemos apuntar a lograr una formación integral. Ello implica no solo transmitir conocimientos en el jugador, sino también valores en la persona.
Si logramos inculcarles valores tales como la honestidad, el respeto, la superación personal etc. estaremos formando personas que estén capacitadas para desempeñarse con honestidad y eficacia dentro de la sociedad. Y eso resulta mucho más valioso que moldear solo buenos jugadores de rugby.


-¿Cuáles son tus próximas presentaciones?
-Tengo una serie de invitaciones por el interior del país a partir de marzo. Hay confirmarlas nada más. Disfruto de poder transmitir mi mensaje además de hablar de rugby me genera una inmensa alegría.

-¿Qué clubes gozan de su lectura?
-Los libros los he ido publicitando de manera muy desordenada. Ello se debe a que yo soy escribano y no tengo mucho conocimiento en esta materia. Hoy, gracias a los libros, estoy en contacto con más de 100 clubes en nuestro país que han podido acceder a ellos. También me llama la atención el interés en otros lugares. He recibido pedidos desde Chile, Brasil, Paraguay, Bolivia, Uruguay, Colombia, Venezuela, México y Alemania, entre otros. Puntualmente hay una cadena de librerías que lo distribuye en España y Chile de manera que llegan a esos países en forma más organizada. También en Brasil, que se está editando el libro al portugués. Un verdadero gusto.

-¿Y con las criticas, como estas?
-Son siempre positivas. Disfruto mucho el hecho de que les sirva porque todo lo he hecho con ese único propósito sin ninguna apetencia monetaria ni mucho menos.


Fuente: Tercer Tiempo NOA

Una vez al año (Historias) - Por Marcelo Mariosa

Los timbos están ahí, dormidos. La ropa, limpia desde diciembre. Las ganas intactas, pero el cuerpo duda. Todos los años me pasa lo mismo. Dudo entre la fortaleza que aflora siempre y la posibilidad de que el cuerpo se queje demasiado como para aguantarlo conmigo todo el día.

Pienso que estoy duro, que me duele todo, y que hay que comenzar de cero. Llega el día de ir al primer entrenamiento del año. tengo ganas, los amigos esperan, pero estoy muerto, no hice nada desde el año pasado, estuvimos de vacaciones con la familia, comimos muchos asados con amigos (también algún sushi, somos modernos), todavía debo tener arena en los pies. 

Yo ya dije que iba ... pero me cuesta tanto. Arranco para el club con el bolsito que me pesa horrores (debe tener toda la ropa de rugby que hay en casa, con la colección de camisetas incluida) y voy arrastrando los pies hasta el estacionamiento, arranco y pongo la música fuerte y trato de no pensar en verme corriendo, porque si no me quedaré atrapado en un semáforo cualquiera. Llego al Club, y ya están todos (estos tipos ... de dónde sacan la energía?) y voy derecho al vestuario, sin pensar en nada, saludando amigos a diestra y siniestra. 

Adentro del recinto, los amigos de siempre, el entusiasmo de siempre. Y yo me cambio despacio, a ver si puedo llegar cuando hayan dado una vuelta, por lo menos. Salgo para la cancha, llego (todavía no empezaron), más charla, más amigos, más energía. Y empieza el trote. El cuerpo solito empieza a recordar la rutina. La energía sale del piso, de los amigos, de la onda, y ya me siento fuerte, con ganas. 

Damos una vuelta, dos ... me siento bien, me falta fondo, un poco de aire y trabajo en las piernas. Y todavía no empezamos con el "tren superior" según dice el pelado, entrenador físico. Vamos por la tercera vuelta y hacia la cuarta. Todo marcha bien. Vamos a estar bien. ¿Cómo no vas a estar bien si el grupo te sostiene? Cómo no vas a aguantar si la energía que sale de los amigos es tan fuerte que nada te podrá detener, nada te puede doler ... y encima, después, tenemos un asado de antología, algún partidazo de truco y la charla con los queridos amigos y hermanos que juegan el viejo fútbol de la ciudad de Rugby. Esos tipos locos que están junto a vos todos los días de partido y entrenamiento. Esos tipos que se van a revolcar sólo para ayudarte, que van a redoblar para darte una mano y que van a tacklear a ese que se te pudo haber escapado. Pucha, que me moría de ganas por venir y no me daba cuenta.


lunes, 21 de marzo de 2011

Volver al futuro


Dejamos de jugar al rugby por diversos y variados motivos, algunos fuimos entrenadores, referees, dirigentes, seguimos junto al alambrado del club que se ha solidificado con el tiempo y por la presencia felíz de quienes les enseñamos los primeros pases y de nuestros propios hijos, que han fortalecido y ensanchado una idea que no descansa. Se nos cae la baba al ver a los nietos con una camiseta querida y una pelota en la mano. Manuel Arrías
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Yo dejé de jugar hace mucho, ya era grande, pero estaba en plenitud, pero mi profesión me dijo basta y lo tuve que aceptar. Era lo mejor para todos.

Ya consolidado, seguí como entrenador de muchas divisiones, creo que todas en el club, y por mas de veinte años estuve a cargo de la superior. En su ínterin fu referee cuando éramos muy pocos en la zona y dirigente a la vez cada vez que hubo necesidad.

Vi crecer a mis hijos, hoy dirigentes y/o entrenadores, vistiendo la misma camiseta que hoy llevan mi nietos más grandes que ya despuntan lo que sin duda les será un “vicio” que no se deja.Estanislao (casi 9 años), hace ya cuatro que agarra la pelota, pasa y tacklea; Iñaki que esta en los albores de los 6, ya se calzan la verde (juega básquet en Ciclista, ja) y veremos si este año entra a una cancha; Evaristo (4) y Faustino (3) también dicen que juegan, aunque por ahora se divierten con vueltas carneros, carreras y demás. No pierdo la esperanza de ver con la verde en el hockey a Manuela (6), María Victoria (4) y Delfina (3) y aCamila que esta por llegar.

Todo lo que quiero para ellos, jueguen como jueguen, lleguen adonde lleguen, es que sepan que el rugby es una forma de vida, que deben quererlo respetando al amigo adversario. Es rugby es solidaridad, amistad, respeto, educación y diversión.

Mucho se preguntan los porque de seguir junto al rugby y esta es una de las razones, más allá que como dije antes es un “vicio” que no se va.

Los “bajitos” empiezan a jugar partidos en esta temporada y será hermoso verlos corretear tras una pelota que pica para donde quiere, deberán entender que para avanzar hay que pasarla para atrás y que al amigo adversario (nunca rival) hay que detenerlo con armas nobles y leales. Verlos correr con una pelota ovalada, me pone a mi en la cancha. Es la ley de la vida y también un volver al futuro.

Todos los abuelos rugbiers seguramente estarán pensando lo mismo, en todas las canchas en donde un pequeño pichon de jugador porte o patee una pelota.

sábado, 19 de marzo de 2011

V Torneo Juan “Tembecho” Resoagli



Los veteranos de Corrientes Chamigos tuvieron una tarde pletórica de rugby con las agrupaciones invitadas éste sábado 5 de marzo en el marco de V Torneo de Carnaval “Tembecho Resoagli” que se desarrolló en las instalaciones del Campus de la UNNE.

Una jornada a pedir de los organizadores con excelente clima donde pudieron disfrutar a full gracias al apoyo de la Municipalidad de Corrientes, cervecería Quilmes con el abastecimiento hidratante y los esponsors que incondicionalmente participan de éste clásico evento, combinado con las comodidades que ofrece el lugar, un amplio espacio de esparcimiento, un quincho grande, vestuarios y una enorme pileta, todo dispuesto se pudo disfrutar a pleno de una jornada espectacular.


Se contó con la participación de “Los Pichis” que se hicieron muchos kilómetros desde Santiago del Estero, el seleccionado de veteranos de Paraguay y los amigos de Formosa los “Viejos Zorros” junto a los anfitriones Chamigos. Dirigieron los partidos los árbitros de la Unión del NEA el chaqueño emblemático Luis Billordo, “Pitín” Baez y Gabriel Aguirre.

De acuerdo a lo acordado por los protagonistas, se jugaron dos partidos por equipo, con espacio suficiente para relajación mediante, donde hizo su trabajo el equipo de asistencia médica provisto por la municipalidad.
Al caer el sol, todo el mundo, gracias la magia del espíritu veterano, convertido en juveniles deportistas se arrimaron al quincho para el merecido tercer tiempo, donde se trazaron en un emotivo acto de cierre, varios compromisos de asistencia a los venideros eventos que se irán desarrollando tanto en Argentina como en Asunción del Paraguay.

Luego de la cena y entrega de distinciones y honores, los huéspedes partieron rumbo a los carnavales a seguir descorchando y derramando juventud hasta que el sol rompiera el hechizo.


Por Sergio E. Zalazar
V Torneo de Carnaval para Veteranos de Rugby
Juan “Tembecho” Resoagli – Chamigos Corrientes

Fotos: tiempoderugby.com

La emoción del tercer tiempo en las Malvinas - Por Leandro Milan

PUERTO ARGENTINO, islas Malvinas.- Cruzamos la tranquera de hierro que separa la ruta del cementerio de Darwin. Caminamos por el sendero de piedras, donde en el aire sólo se oye el sonido de los 230 rosarios que golpean contra las cruces sobre las que reposan.
Es un sonido que engloba cualquier palabra, un sonido que cuenta por sí mismo una historia, un sonido que invita al silencio y a las lágrimas. Arrodillados delante de las tumbas, dos veteranos de la guerra, Julio Berta y Oscar Roberto Vázquez -presidente del centro de ex combatientes y familiares de veteranos de Guerra de Malvinas (partido de Ituzaingó)-, rememoran a cada uno de los compañeros caídos.
Caminamos leyendo los cientos de epitafios que rezan “soldado argentino sólo conocido por Dios” y pensamos en cuántos padres, hijos, hermanos y mejores amigos se llevó la guerra. Rendimos homenaje al soldado Martella, padre de uno de los que jugaron el primer partido de Rugby Sin Fronteras en las islas, en 2009, y partimos hacia la cancha de la Community School a darles una clínica de rugby a los chicos isleños.
Llegamos a la cancha de rugby y vemos, para nuestra gratísima sorpresa, cómo un grupo de niños de la isla corre hacia nosotros desbordando felicidad, tirando sus mochilas al costado del predio y saludándonos en un esforzado español. Somos una bocanada de aire fresco para ellos, algo nuevo, que a pesar de las prohibiciones de sus padres no quieren perderse. Minutos después, llegan otros chicos, preguntando, preocupados, si pueden entrenarse también pese a llegar tarde por haberse quedado en detention (castigo escolar). Todos corren a nuestra par, pasan la pelota hacia atrás, cuentan en inglés cada flexión que hacemos si alguien comete algún error, mientras los isleños más grandes nos miraban desde sus camionetas 4×4, tratando de encontrar algún motivo oculto en esa acción. Esa acción que, como señala Claudio Peroni, uno de los integrantes de RSF, “es amor, venir hasta el culo del mundo a pasar una pelota y enseñarles a estos chicos el rugby, es amor”.
Termina la clínica a las 18, un horario en el que, por costumbre local, ya se está cenando. Los chicos celebran su primer tercer tiempo entre alfajores Jorgito y se les explica el valor que tiene ese momento en el rugby. Se les muestra que después de un partido los contrincantes dejan de ser tales para pasar a ser compañeros; que se celebra la amistad y, por sobre todo, el respeto. Ellos corren a sus casas sabiendo que posiblemente, por no decir con seguridad, serán castigados. Pero corren felices, llevan orgullosos sus remeras de Rugby Sin Fronteras como la bandera de un nuevo concepto, de una nueva idiosincrasia. Nosotros, mientras, en sintonía con el clima, vamos cambiando de estado: empezamos el día llorando en Darwin, lo seguimos sonriendo en la cancha y en este máster de vivencias lo cerramos en el tercer tiempo abrazados con lagrimas de emoción.
NO ESTAN HABILITADOS PARA TRABAJAR 
No hace falta visa para ingresar en las islas Malvinas, salvo que sea para trabajar. Pero a los argentinos no los dejan. Todo lo contrario sucede si se cuenta con un pasaporte de la Comunidad Europea.



jueves, 17 de marzo de 2011

El gran Diego, mi amigo” (Historias) - Por Marcelo Weitzman

Eran mis primeros tiempos de Rugby, tenía 13 años y comencé a jugar, mucho no sabía, y me sentía torpe, era rellenito y lleno de dudas .Me gustaba el rugby, pero no sabía nada y era nuevo.


Llegué al club, de la mano de un amigo del primario y secundario, actualmente seguimos siendo amigos.
Entre los compañeros del equipo estaba Diego L. , que era un gran jugador, pateaba la pelota , como un cañonazo, corría con furia y metía tackles que partían el espíritu y el cuerpo del ocasional rival.
Lo empecé a admirar y traté de alguna forma de pertenecer al círculo de sus amigos.
Era, muy callado, muy introvertido y poco y nada se sabía de su vida.
Muchas padres y madres iban a vernos,  Diego, estaba siempre solo con su bolso.
En cada partido Diego entregaba su vida, metía terribles tackles, sintiéndose el ruido y el grito de la víctima de dolor.
Con la pelota en mano era imparable, ya a los 15 años medía 1,80m y pesaba 90Kilos.
Jugaba de centro y hacía varios trys por partido, sea quien sea el rival.
Aunque no teníamos una gran cantidad de jugadores, nos caracterizábamos por ser aguerridos y ásperos en nuestro juego, sumado a nuestra cancha en los parajes de Florencio Varela.
Una vez recuerdo un partido contra Belgrano Athletic, donde Diego brilló y fue propuesto para Los Pumitas.
Misteriosamente no se presentó, al enterarme traté de hablar con él y fue imposible comunicarme.
Por un tiempo dejó de venir, y luego aparecía, la rompía y volvía a desaparecer.
Nunca supimos bien que le pasaba, eran tiempos sin celular ni internet, no tenía teléfono, y en su depto. en la calle Uruguay y Santa Fe, no contestaban nunca el timbre.
Pasaron algunos años, ya teníamos 19 y salíamos ya como amigos, nuestra relación se transformó en una linda amistad y muchas veces salíamos con chicas, cuando hacía fiestas en mi casa en el barrio de Recoleta.
Después de conocerlo más y en un día de borrachera, me contó su historia.
Su madre estaba casada con Juan X, tenía una hija, su hermana mayor, hasta que empezaron a llevarse muy mal su padre y su madre, la madre optó por ir a un retiro espiritual con un cura, que tenía mucho renombre, en el retiro se gustaron y se sedujeron  y de esa unión surgió un fruto, que fue Diego.
La madre escondió su historia, nació Diego y ella le puso el apellido de X y continuó viviendo con esa mentira, hasta que un día explotó y contó la verdad.
El señor X dejó a la madre y ella tuvo un brote psicótico, enfermedad que la siguió hasta sus últimos días.
El padre P. verdadero padre de Diego dejó los hábitos se casó y formó una familia, después de muchos años reconoció a Diego y tenían alguna relación Padre e hijo, pero muy limitada, Diego se hizo cargo del cuidado de su madre, teniéndola que internar cada tanto, su hermana se casó y se fue a vivir a Europa, Diego siguió cuidando a su madre.
Pasaron muchos años, ya a los 40 volví a ver a Diego, tenía un hijo en Chile, donde fue echado de la casa por la madre del chico, a tiros según su versión, digamos que la fidelidad marital, era un concepto que no entendía bien.
Por otro lado la pobre madre de Diego había fallecido su padre también y su familia paterna desconoció el vínculo, Diego quedó desheredado.
A los 40 ambos jugamos un partido de veteranos en Padua y de un tackle Diego, le rompió el fémur a otro jugador, me pidieron que no lo lleve más.